evaluacion
El acoso moral
Marie France Irigoyen, en su libro El acoso moral. El maltrato psicológico en la vida cotidiana(Paidós, 1999), plantea cómo estemaltrato está asociado a una conducta perversa; en sí la palabra molesta, incomoda por tener una fuerte carga valorativa, una palabra que mejor la asociamos con conductas como las que se muestran en diversas películas en el cine o en tantas series televisivas que hoy irrumpen en nuestros hogares. Muchas de estas conductas se les atribuyen a los asesinos seriales.
En efecto, como psiquiatra, Irigoyense ha especializado en la victimología como una rama de la criminología, a fin de entender y atender a las personas que padecen las secuelas de estas agresiones. En su práctica terapéutica, la experta se sorprendió de encontrar con mayor frecuencia a pacientes deprimidos, quienes se sentían destruidos por alguien.
Respecto del término “perverso”, Irigoyen afirma en la introducción de su libro:“Por supuesto, nombrar la perversión es grave. La mayoría de las veces, este término se reserva para actos de una gran crueldad, inimaginable incluso para los psiquiatras, como es el caso de los daños que ocasionan los asesinos en serie. Sin embargo, tanto si evocamos las agresiones sutiles de las que voy hablar en este libro, como si hablamos de los asesinos en serie, se trata de depredación, esdecir, de un acto que consiste en apropiarse de la vida. (…) Dejar de nombrar la perversión es un acto todavía más grave, pues supone tolerar que la víctima permanezca indefensa, que sea agredida y se la pueda agredir a voluntad” (p. 14-15).
A continuación profundiza en el término depredador, dando cuenta en forma elocuente de lo que es el acosador moral, y lo que el bullying genera en la víctima.
Alrespecto, la autora dice: “En mi práctica clínica como terapeuta me he visto obligada a comprender el sufrimiento de las víctimas y su incapacidad de defenderse. En este libro mostraré que el primer acto del depredador consiste en paralizar a su víctima para que no se pueda defender. De este modo, por mucho que la víctima intente comprender qué ocurre, no tiene las herramientas para hacerlo” (p.15).
Sociólogos en México, como la maestra Lilia Pérez Franco, recomiendan no analizar el tema delbullying sólo como acoso escolar, sino también entender que en nuestras sociedades esta conducta ha ido permeando en distintos ámbitos y afecta tanto la vida social como emocional de un sinnúmero de personas en la edad juvenil y adulta, de manera casi imperceptible.
De acuerdo con Irigoyen, “a veceseste maltrato se disfraza de educación. Alice Miller, que habla de pedagogía perversa, ha denunciado los perjuicios de esa educación tradicional que tiene el objetivo de quebrantar la voluntad del niño a fin de convertirlo en un ser dócil y obediente. Los niños se vuelven incapaces de reaccionar porque la fuerza y la autoridad aplastante de los adultos los silencian y pueden incluso hacerlesperder conciencia”.
Sobre esto, cita que la Convención Internacional de los Derechos del Niño considera como maltrato psicológico “la violencia verbal, los comportamientos sádicos y despreciativos, la repulsa afectiva, las exigencias excesivas o desproporcionadas en relación con la edad del niño, las consignas e instrucciones educativas contradictorias o imposibles (Ibid., p. 37).
Seis tipos...
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