Evangelio
Comentario: Rev. D. Josep FONT i Gallart (Tremp, Lleida, España)
Vosotros sois la luz del mundo H oy, el Evangelio nos hace una gran llamada a ser testimonios de Cristo.Y nos invita a serlo de dos maneras, aparentemente, contradictorias: como la sal y como la luz.
La sal no se ve, pero se nota; se hace gustar, paladear. Hay muchas personas que “no se dejan ver”,porque son como “hormiguitas” que no paran de trabajar y de hacer el bien. A su lado se puede paladear la paz, la serenidad, la alegría. Tienen —como está de moda decir hoy—“buenas radiaciones”.
Laluz no se puede esconder. Hay personas que “se las ve de lejos”: Teresa de Calcuta, el Papa, el Párroco de un pueblo. Ocupan puestos importantes por su liderazgo natural o por su ministerio concreto.Están “encima del candelero”. Como dice el Evangelio de hoy, «en la cima de un monte» o en «el candelero» (cf. Mt 5,14.15).
Todos estamos llamados a ser sal y luz. Jesús mismo fue “sal” durantetreinta años de vida oculta en Nazaret. Dicen que san Luis Gonzaga, mientras jugaba, al preguntarle qué haría si supiera que al cabo de pocos momentos habría de morir, contestó: «Continuaría jugando».Continuaría haciendo la vida normal de cada día, haciendo la vida agradable a los compañeros de juego.
A veces estamos llamados a ser luz. Lo somos de una manera clara cuando profesamos nuestra fe...
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