Evangelizacion

“Ser uno mismo”, es la reivindicación primordial del joven de hoy. Por eso, dicen ellos, “no quiero adoctrinamiento, ni alistamiento en ninguna institución”. “Yo” experimento, “yo” descubro el sentido de la vida. Nos encontramos ante un hombre autónomo, puesto en pie, formado por el más puro pensamiento científico-técnico, donde todo tiene que ser experimentado y valorado “por mí mismo”, según“mis sensaciones” y con “demostraciones puramente personales”. Los medios de comunicación fomentan este empirismo cultural, mostrando como pautas verdaderas de comportamiento, aquellas que evidencian la mayoría o dependiendo del bienestar que prometen. Son la cadena más fuerte de transmisión de valores culturales, actitudes éticas, formas de vida... Estamos ante un paso nuevo de la humanidad, ante unade las grandes encrucijadas de la historia. Para la Iglesia es un desafío nuevo la autonomía del hombre moderno. En el joven de hoy confluyen todas las fuerzas básicas de la modernidad: la psicología, la ciencia, la razón y la técnica. Los medios de comunicación social, la informática, y otros muchos factores como la publicidad, han llevado a nuestra sociedad, y a la juventud dentro de ella, aformas auténticas de idolatría.

De manera muy acertadamente lo decía el Concilio Vaticano II:
“muchos ni siquiera se plantean la cuestión de la existencia de Dios, porque al parecer no sienten inquietud religiosa alguna y no perciben el motivo de preocuparse por el hecho religioso”

Es verdad que la iglesia también es un ámbito de socialización, pero es mucho más que eso. La evangelización nose sitúa al nivel de tácticas humanas más o menos eficaces. La misión de la Iglesia no debe confundirse con el activismo, ni debe copiar los métodos de propaganda o de publicidad al uso porque su objetivo no es engrosar unas estadísticas eclesiásticas, sino hacer discípulos de Cristo y miembros vivos de su Iglesia.

Para la evangelización de los jóvenes necesitamos un método, un itinerario,unos programas, y hasta unos temas. Una pedagogía de la fe, con un plan, es urgente y necesaria. La evangelización de los jóvenes, partiendo de su situación, debe centrarse en un anuncio explícito de Jesucristo, para que vivan la eclesialidad desde la Eucaristía, iniciándoles a la oración, y ayudándoles a descubrir su vocación con un proyecto de vida que les haga salir a la misión y comprometerse conel servicio a los pobres.

Se deben introducir a los jóvenes experiencias de cualquier índole y que cualquier persona pueda tener. Relámpagos que iluminen su verdad y sus trampas; su gozo y su tristeza. Un “fragmento de su vida” iluminado intensamente por la luz del Evangelio y la acción del Espíritu Santo. Procurar que experimenten la “alegría” del que encuentra el tesoro escondido .Setrata de experiencias bíblicas como la de Jacob: “Dios estaba aquí y yo no lo sabía” (Gen 28,16), la de Job: “Antes te conocía de oídas, ahora te han visto mis ojos” (Job 42,5), la de Tomás: “¡Señor mío y Dios mío!” (Jn 20,28), o la de Pablo: “Todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas y las tengo por basura” (Flp 3,8).

No es másque ir a la Fuente sin olvidar las fuentes: a la Fuente viva de la Palabra de Dios, como fuego que nos incendia y llama; a la Oración desde lo hondo de la existencia para descubrir la mano amorosa del Padre; a la Eucaristía como experiencia eclesial para comprender la Fuente de libertad que está en el “darse para perderse” de Jesús, en su Pan partido y su Copa derramada; a la vida de los Pobres,presencia real del rostro de Jesús, para entender la Fuente del sufrimiento donde se forja el amor; a la Fuente de la Pascua de la cruz gloriosa del Señor, Luz que nos hace ver la luz de la aventura del hombre que busca los caminos del Reino de Dios y su Justicia, ya sembrados en el corazón de la tierra. Y asomándose a todo ese manantial de agua viva, el joven no es anulado, sino recreado; no...