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Introducción
Cualquier aproximación revisionista del orden internacional en la actualidad, debe considerar la centuria más significativa: el siglo veinte. Al respecto, la Gran Guerra constituye una puerta de entrada que esbozaría decididamente acontecimientos posteriores; sus efectos políticos, económicos y tecnológicos, definirían no sólo el rumbo del orden mundial, sino que nos harían“aceptar” otra guerra mundial, una carrera armamentista nuclear y un mundo bipolar que dominaría el escenario internacional por aproximadamente ochenta años, vale decir, una forma de vivir y de resolver nuestras diferencias.
Para argumentar la relevancia de la Gran Guerra en la construcción del orden internacional, se utilizará de modo referencial la Revolución Industrial, el Colonialismo, la RevoluciónRusa, la Conferencia de París, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Las singularidades de cada uno de ellas merecerían bastas páginas, por tanto, no es objeto de este ensayo.

Desarrollo
El orden westfaliano es un punto sin equa non para comprender el mapa geopolítico europeo, y sus posterior streching hacia otros continentes; no obstante, hasta el siglo dieciocho la revolucióninglesa y francesa, no alcanzarían a sustraerle a la guerra su característica de “juegos de reyes”, éstas eran aplacadas con pactos conyugales o con su prohibición!. Con el florecimiento del capitalismo la economía política, y por ende, la guerra y la diplomacia acusarían perennes marcas, un verdadero tatoo marcado a fuego de ametralladoras y que encontraría en La Gran Guerra el primer -y penoso- puntoculmine que la civilización occidental reconocería como Guerra Total. La última de todas las guerras, no cumpliría con el apelativo, sino que instalaría las condiciones para un próximo conflicto mundial, y en una especie de psicótico eslabón, sería plataforma para la candente Guerra Fría. Entonces, no parece atrevido señalar que luego de la Gran Guerra, nada volvería a ser igual; se decía un adiósdefinitivo a los últimos atisbos del viejo orden, se fulminaba a Prusia del mapa, el Imperio Otomano sería desagarrado, se consolidaría Estados Unidos como el hegemón, la Conferencia de París “fundaba” condiciones para un próximo conflicto, y paralelamente la carrera armamentista dinamizaría las economías nacionales.
Los ejércitos nacionales antes de la Gran Guerra, eran cuerpos profesionales,con no pocos aristócratas que combatían en los battlefields; el teatro de guerra en escasas oportunidades se ubicaba cerca de las ciudades, el poder destructivo dependía en gran parte de la estrategia y disciplina del cuerpo armado, no necesariamente del número de contingente, el combate cuerpo a cuerpo y el manejo del fusil podían resultar definitivos. Más aún, el esfuerzo de guerra no comprometíaa toda la industria nacional, pero a medida que el capitalismo se afianzaba en las grandes capitales europeas como modelo económico, y el liberalismo en lo político, el panorama cambiaría drásticamente. La necesidad de materias primas, la sofisticación de los instrumentos bursátiles y el desarrollo de los medios de transporte, permitirían de forma conjunta el ensanchamiento del mapa geopolíticode Europa, poniendo de este modo los intereses nacionales más allá de la City o de la Metropole. La sofisticación de la logística merecía entonces una normativa eficiente del comercio internacional, y de la territorialidad, en otras palabras, mecanismos deficientes de resolución de problemas representaban débiles y belicosos fusibles. Este equilibrio precario reconocible en el colonialismomarítimo, o en los esfuerzos Napoleónicos en África y Asia, en la Gran Guerra mostraría abismantes diferencias. Tanto los conflictos geopolíticos y comerciales, toda vez, unidos a rancias aspiraciones imperialistas y a profundos idearios nacionalistas, serían resueltas por aire, mar, combates submarinos y tierra, instaurando para siempre la tecnología bélica con alto poder destructivo como un...