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LA AUTONOMÍA PROFESIONAL Y LA GESTIÓN CLÍNICA

En su artículo Autonomía Medica, el Dr. Julio Portocarrero Martínez, habla de la pérdida de la autonomía médica ocasionada entre otros por laintromisión de entidades externas en las actividades medicas específicas y que deberían ser reguladas por el médico. Adicional habla de la perdida de la “dignidad” de la profesión, ocasionada básicamente porla pérdida de la credibilidad de la misma por parte de la sociedad.
En ese orden de ideas, estaríamos hablando de un detrimento en la calidad de la profesión, puesto que al perder esa dignificaciónque la caracterizaba y la hacía importante, se convierte en una profesión corriente que no requiere de mayores características personales para su ejecución. Lo cual, es bastante alejado de larealidad.
Ahora bien, es cierto que la autonomía profesional se ha perdido pero debemos tener en consideración que los mismo médicos, se han encargado de aportar razones suficientes para que esta condiciónse de. Adicionalmente debemos tener en cuenta que a pesar de las razones justificadas esta profesión necesita de esta autonomía.
Por lo tanto y en esto también estoy de acuerdo con el autor, laprofesión debe recuperar la autonomía. Sin embargo, es bien importante definir la autonomía médica que debe regir hoy y que no puede en nada parecerse a la que había en el siglo pasado.
Y es aquíjustamente donde el papel de la gestión clínica entra a jugar un papel protagónico. En la actualidad estamos siendo bombardeados por procesos cada vez más especializados y orientados hacia la seguridad delpaciente. Hoy esa una realidad y una necesidad.
La búsqueda imperante por reducir los errores, eventos adversos y fallas que se presentan en la prestación de servicios de salud es básicamente larespuesta a la necesidad de recuperar la credibilidad perdida y por ende dar herramientas a los entes de control que les permitan tener una tranquilidad frente a la práctica médica y de ese modo...