Evolución de la Ley de Partidos en España

I. INTRODUCCIÓN
El 29 de junio del año 2002 entró en vigor en España la nueva ley orgánica de partidos políticos
que venía a sustituir a la Ley de Partidos de 1978, que era una norma un tanto peculiar, pues, peseque su aprobación fue casi simultánea a la de la Constitución, en rigor fue una ley preconstitucional
cuyo breve articulado y concisos contenidos condujeron a que ésta sirviera,principalmente, para
asentar un procedimiento sencillo de constitución en libertad de los partidos políticos. No obstante
esta ley, se vio «claramente rebasada», como señalaría Blanco Valdés. Y el Tribunal Constitucional
hubo de irla adecuando a los principios constitucionales de los arts. 6 y 22 de la misma. Así, el Alto
Tribunal, en su sentencia 85/1986, afirmaría que «la regulación (...) enmateria de registro de
partidos políticos, y en concreto la Ley de Partidos de 4 de diciembre de 1978, debe ser examinada
e interpretada a la luz de los principios constitucionales. Pese a su aprobación casi simultánea a la
Constitución, no debe desconocerse que esta ley es una ley anterior a la aprobación de la
Constitución, y además (...) es una ley más tributaria de su inmediato antecedentelegislativo (Real
Decreto Ley 12/1977, de 8 de febrero), que de la regulación constitucional al respecto» .
De este modo, se emprende la reforma de la ley en cuyo nacimiento puede identificarse como
motivación el intento de dotar al Estado de instrumentos eficaces para ilegalizar al grupo político
Batasuna (tal y como se desprende de las declaraciones políticas previas, y de la propia puesta enmarcha en agosto de las correspondientes demandas de ilegalización ) y garantizar la existencia de
un régimen plural de partidos que no pudiera ser desvirtuado por grupos o asociaciones que
recurriesen a medios violentos que se situaran al margen de la legalidad. Así, desde este punto de
vista es posible explicarse algunos de los rasgos más característicos de la norma, tales como lasprevisiones normativas referidas a la libertad de creación de partidos o a la democracia interna en
los mismos, y las que tienen por objeto su libertad de actuación y la posible disolución del partido.
a
II. LIBERTAD DE CREACIÓN E INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO
La libertad de creación de partidos políticos reconocida en los arts. 6 y 22 de la Constitución se
encuentra regulada, en el Capítulo I de estanueva ley de partidos.
En primer lugar, la redacción de este primer capítulo suprime cualquier referencia al régimen de
las asociaciones. Así, donde la antigua ley de 1978 establecía que los «españoles podrán crear
libremente partidos políticos en el ejercicio de su derecho fundamental de asociación», la nueva
normativa establece que estos lo harán «conforme a lo dispuesto en la Constitución y enla presente
Ley Orgánica». Este hecho ha sido interpretado como una muestra clara de la voluntad del legislador de subrayar el carácter específico del fenómeno partidista.
Por otra parte, el art. 1.2 prohíbe la creación de partidos políticos «a quienes hayan sido
penalmente condenados por asociación ilícita, o por algunos de los delitos graves previstos en los
Títulos XXI a XXIV del CódigoPenal». Esta previsión, pese a que fue criticada por el Dictamen
del Consejo de Estado y el Informe del Consejo General del Poder Judicial, tuvo beneplácito
constitucional del TC, que apuntó que éste artículo sólo suponía «requisito de capacidad para
promover un partido» y no una sanción añadida a las que ya se le hubieran impuesto por la
comisión del delito. La permanencia de esta cláusula enla ley final puede extraerse de la intención
del legislador de impedir por cualquier medio la posible reconstitución indirecta de organizaciones
afines al terrorismo.
En este contexto también hubo arduas discusiones sobre el no reconocimiento a los extranjeros
comunitarios de crear partidos políticos. No obstante, éstos si podrán concurrir a elecciones en
agrupaciones de electores y, así...