examen de bloque 3
Cuando el agente secreto Jason Stateler decidió rescatar a la hermosa mujer
que había sido secuestrada, sabía que estaba destruyendo su tapadera y que, si los
descubrían, tendrían serias dificultades... La única persona en la que podría confiar
a partir de ese momento era Lane McCullough, la detective que había rescatado, y
lo único que podían hacer era esperar...
Pero estarencerrado con Lane en una cabaña remota le estaba poniendo muy
nervioso. La mujer parecía capaz de deshacer el hielo que rodeaba su corazón Y
hacerle creer que podía volver a amar. Pero, ¿Sabría hacerle ver al hombre que se
escondía detrás de la placa?
Capítulo 1
ESTABA curioseando. Mátala y vuelve al trabajo.
Jason Stateler sintió un escalofrío al cruzar el umbral de la puerta. No estabaseguro de si se debía a la sentencia de muerte a sangre fría que acababa de oír o al
hecho de salir del calor de la casa al frío de la noche de Georgia.
Oculto en las sombras del nivel superior, miró el almacén que había debajo. El
edificio de cemento y acero estaba casi vacío por el momento. Estaba llegando el
camión con la mercancía electrónica robada ese día. Aprovechó el ruido del motorpara
esconder el sonido causado al cerrar la puerta tras él.
Sus ojos recorrieron el suelo de cemento hasta el anillo de luz fluorescente
cercano al muelle de carga. Hizo una mueca.
¡Maldición! Esa noche no necesitaba complicaciones. Esa compra lo situaría como
un comprador serio y, con suerte, le ganaría un encuentro con el jefe de la operación
de los camiones.
Tenía que haber supuesto queno iba a ser tan fácil.
Ya cuando entregó unos minutos atrás el maletín lleno de dinero a Alejandro, el
intermediario, tuvo un presentimiento extraño, que hizo que se le pusieran los pelos de
punta. Confió en que la catástrofe se retrasara el tiempo suficiente para poder
terminar el trabajo.
El motor del camión se apagó y el almacén quedó en silencio.
Miró de nuevo el suelo debajo de él. Enel centro del círculo de luz había una
mujer sentada, encogida en una silla de metal.
Grumman, el lacayo gordo de Alejandro, daba vueltas en tomo a ella como un
mosquito. Sus pasos resonaban en el cemento.
Morales, el hispano elegante que se ocupaba del día a día del negocio, se apoyaba
en una caja abierta a poca distancia. Indiferente a todo, se alisaba los pantalones con
un palillo entrelos dientes. Pero el brillo de sus ojos y un tic espasmódico que le
cruzaba la mejilla lo traicionaban: estaba excitado.
Los villanos habían atrapado un pez y disfrutaban viéndolo agitarse al extremo
del anzuelo.
- No tengas tanta prisa, Morales
Grumman pasó una uña negra por el cuello de la mujer- . Tenemos toda la noche.
Ya la señorita y yo tenemos cosas que hacer cuando nos cuente qué haestado
haciendo.
Jason sintió bilis en la garganta. Odiaba a los gusanos que se cebaban con las
criaturas indefensas que se cruzaban en su camino.
La mujer ocultó la cabeza entre los hombros y una masa de pelo moreno cayó en
cascada sobre su rostro.
Levantó la cabeza el tiempo suficiente para meterse un mechón detrás de la
oreja y mostró un golpe en la mejilla. Jason no podía saber aaquella distancia si sus
labios eran gruesos de un modo natural o estaban hinchados debido a otro golpe. La luz
intensa y el miedo daban a su piel un tono blanco, sin sangre, casi de porcelana.
La mujer le resultaba familiar, pero no estaba seguro de dónde la había visto
antes, ¿Era la presencia que llevaba toda la semana notando? ¿Los ojos pendientes de
él?
La mano rugosa de Grumman le tocó labarbilla.
- Ahora, querida, vas a decirnos otra vez qué hacías curioseando por aquí.
La mujer no se encogió, pero Jason hubiera podido jurar que veía el rápido latir
de su corazón. La camisa azul pálido que llevaba desabrochada encima del top blanco
dejaba poco a la imaginación y su pecho subía con cada aliento que tomaba. Grumman
casi le babeaba encima,
La joven miró a su alrededor como un...
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