EXEMPLO XXIV DEL CONDE LUCANOR
En el ejemplo XXIV encontramos el típico modelo de prueba, según la clasificación de los diferentes modelos de apólogo. (El rey pone a prueba alos herederos del trono).
Se unen dos grandes temas y se puede decir grandes dado el carácter de su universalidad, a saber, por un lado el complejo y difícil arte de predecir, en este caso encuanto al conocimiento a futuro, vislumbrar el cómo en una persona; Patronio manifiesta al conde Lucanor:
Señor conde- dice Patronio-, esto que me vos dezides es muy fuerte cosade vos lo dézir ciertamente, ca non se puede saber ciertamente ninguna
cosa de lo que es de venir; e esto que vos preguntades es por venir,
epor ende non se puede saber ciertamente. (Don Juan Manuel, 1998, ed. Alba, p.116)
(Todas las citas se harán sobre esta edición y se indicará a continuación de cada una y entre paréntesis elnúmero de página.)
Por otro lado el 2ª gran tema: las apariencias, tema recurrente en otros ejemplos de la colección de Don Juan Manuel (I;XI) y la condición sin equanon para instalarse en un juegomuchas veces sin resolución, pues se hace dificultosa la tarea de vislumbrar el alma humana, lo esencial, lo verdadero del ser humano, sus intenciones, el ser y el parecer en continua fluctuación y conresultados reveladores en cuanto a sus más íntimas intenciones, sus defectos y virtudes.
La elección del heredero del trono no es de poca importancia, justamente Patronio aconseja al condedebido al planteo inicial del relato y en el ejemplo presentado a su señor quedan expuestas las actitudes de los hijos del Rey como así también el criterio con el que el monarca fundamenta su elección.Retomando este juego de las apariencias, el planteo del conde nos instala en dos caras de una misma moneda: lo exterior y lo interior; “mas lo que desto se puede saber es por señales que...
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