Exilio jeido aleman
Páginas: 41 (10131 palabras)
Publicado: 29 de septiembre de 2010
COSMÓPOLIS
FIGURAS DEL EXILIO JUDEO-ALEMÁN
ENZO TRAVERSO
La historia de los judíos alemanes abarca aproximadamente un siglo y medio, desde comienzos de la Emancipación, en la Prusia de fin de siglo XVIII, hasta el advenimiento del nazismo. Pero la verdadera “patria” del judaísmo de lengua alemana fue la Mitteleuropa. (P. 19)
El alemán era la lingua franca de los judíos de Berlín aViena, de Riga a Tchernowicz, de Praga a Budapest. (P. 19)
La emancipación, la asimilación cultural y el progreso socioeconómico de los judíos alemanes se extienden a lo largo del siglo XIX. No habría que reducir la emancipación a su mera dimensión jurídica, es decir a la historia de los decretos que, desde la época napoleónica hasta Bismarck, han otorgado a los judíos una ciudadanía alemana oaustriaca. Este término remite más bien a un proceso acumulativo, diluido en el tiempo, marcado tan pronto por los saltos hacia delante como por los retrocesos pero cuya línea general indica indiscutiblemente un ascenso. Igualmente, no habría que entender, por asimilación, la perdida de una identidad cultural especifica sino antes bien su transformación por la adopción generalizada de lalengua y de la cultura alemanas. (P. 21)
El camino de la emancipación ha iniciado a finales del siglo XVIII, con los proyectos de reforma elaborados en Prusia por Wilheim von Dohm, y parece completamente acabado en 1871, en el momento de la proclamación de la unidad alemana. Su coronamiento será la constitución de la República de Weimar, redactada por el aporte decisivo de un jurista judío,Hugo Preuss. La asimilación comienza con Moisés Mendelsohn, traductor de la Biblia al alemán para uso de los judíos, y acaba durante la Primera Guerra Mundial, ene l momento en que el filosofo Hermann Cohen celebra la “simbiosis judeo-alemana” en un espíritu patriótico exaltado. (P. 21-22)
En otras palabras, si el judaísmo se concibe, a lo largo de todo el siglo XIX, en términos cada vez masnacionales y alemanes, sus modalidades de existencia muy frecuentemente guardan un anclaje religioso, expresan una dinámica geográfica propia, se inscriben en el seno de redes económicas transnacionales y participan de un vasto movimiento de transferencias culturales europeas, incluso internacionales. Este conjunto de factores constituye aquello que bien podemos llamar, de manera muysintética, la tradición del cosmopolitismo judío. (P. 23)
Dos ejemplos pueden ayudarnos a entender mejor esta coexistencia de una nueva identidad nacional con un cosmopolitismo antiguo y estructural. En Versalles, en febrero de 1871, la cumbre franco-prusiana que siguió a la victoria alemana puso al orden del día los problemas de las reparaciones. Cada delegación incluía banqueros que habíancontribuido en gran medida al financiamiento de la guerra. El de la delegación francesa se llamaba Alphonse de Rotschild, anteriormente banquero del Segundo Imperio, ahora al servicio de Thiers; el de la delegación alemana se llamaba Gerson Bleichröder, era el banquero de Bismarck. Los dos eran, originariamente, judíos de Francfort; el padre de Gerson, Samuel Bleichröder, había sido enviado a Berlínpor la casa Rotschild de Francfort del Meno, en 1828, al igual que James (Jacob) Rotschild, el padre de Alphonse. Pertenecerían en lo sucesivo a dos entidades nacionales distintas, pero eran descendientes de una misma tradición, la de los “judíos de la corte”, los Hofjuden, que habían sido desde hace siglos, un factor importante en el desarrollo económico de la Europa del Antiguo Régimen. Laguerra franco-prusiana, fue también objeto de correspondencias apasionadas y prolongadas entre judíos alemanes que vivían en las dos orillas del Rin. Abraham Geiger y Joseph Darmsteter eran amigos de la larga data, desde que habían estudiado juntos, en la universidad de Bonn, y seguido la enseñanza neo-ortodoxa de S amson-Raphael Hirsch. Salvo que el primero estaba instalado en...
FIGURAS DEL EXILIO JUDEO-ALEMÁN
ENZO TRAVERSO
La historia de los judíos alemanes abarca aproximadamente un siglo y medio, desde comienzos de la Emancipación, en la Prusia de fin de siglo XVIII, hasta el advenimiento del nazismo. Pero la verdadera “patria” del judaísmo de lengua alemana fue la Mitteleuropa. (P. 19)
El alemán era la lingua franca de los judíos de Berlín aViena, de Riga a Tchernowicz, de Praga a Budapest. (P. 19)
La emancipación, la asimilación cultural y el progreso socioeconómico de los judíos alemanes se extienden a lo largo del siglo XIX. No habría que reducir la emancipación a su mera dimensión jurídica, es decir a la historia de los decretos que, desde la época napoleónica hasta Bismarck, han otorgado a los judíos una ciudadanía alemana oaustriaca. Este término remite más bien a un proceso acumulativo, diluido en el tiempo, marcado tan pronto por los saltos hacia delante como por los retrocesos pero cuya línea general indica indiscutiblemente un ascenso. Igualmente, no habría que entender, por asimilación, la perdida de una identidad cultural especifica sino antes bien su transformación por la adopción generalizada de lalengua y de la cultura alemanas. (P. 21)
El camino de la emancipación ha iniciado a finales del siglo XVIII, con los proyectos de reforma elaborados en Prusia por Wilheim von Dohm, y parece completamente acabado en 1871, en el momento de la proclamación de la unidad alemana. Su coronamiento será la constitución de la República de Weimar, redactada por el aporte decisivo de un jurista judío,Hugo Preuss. La asimilación comienza con Moisés Mendelsohn, traductor de la Biblia al alemán para uso de los judíos, y acaba durante la Primera Guerra Mundial, ene l momento en que el filosofo Hermann Cohen celebra la “simbiosis judeo-alemana” en un espíritu patriótico exaltado. (P. 21-22)
En otras palabras, si el judaísmo se concibe, a lo largo de todo el siglo XIX, en términos cada vez masnacionales y alemanes, sus modalidades de existencia muy frecuentemente guardan un anclaje religioso, expresan una dinámica geográfica propia, se inscriben en el seno de redes económicas transnacionales y participan de un vasto movimiento de transferencias culturales europeas, incluso internacionales. Este conjunto de factores constituye aquello que bien podemos llamar, de manera muysintética, la tradición del cosmopolitismo judío. (P. 23)
Dos ejemplos pueden ayudarnos a entender mejor esta coexistencia de una nueva identidad nacional con un cosmopolitismo antiguo y estructural. En Versalles, en febrero de 1871, la cumbre franco-prusiana que siguió a la victoria alemana puso al orden del día los problemas de las reparaciones. Cada delegación incluía banqueros que habíancontribuido en gran medida al financiamiento de la guerra. El de la delegación francesa se llamaba Alphonse de Rotschild, anteriormente banquero del Segundo Imperio, ahora al servicio de Thiers; el de la delegación alemana se llamaba Gerson Bleichröder, era el banquero de Bismarck. Los dos eran, originariamente, judíos de Francfort; el padre de Gerson, Samuel Bleichröder, había sido enviado a Berlínpor la casa Rotschild de Francfort del Meno, en 1828, al igual que James (Jacob) Rotschild, el padre de Alphonse. Pertenecerían en lo sucesivo a dos entidades nacionales distintas, pero eran descendientes de una misma tradición, la de los “judíos de la corte”, los Hofjuden, que habían sido desde hace siglos, un factor importante en el desarrollo económico de la Europa del Antiguo Régimen. Laguerra franco-prusiana, fue también objeto de correspondencias apasionadas y prolongadas entre judíos alemanes que vivían en las dos orillas del Rin. Abraham Geiger y Joseph Darmsteter eran amigos de la larga data, desde que habían estudiado juntos, en la universidad de Bonn, y seguido la enseñanza neo-ortodoxa de S amson-Raphael Hirsch. Salvo que el primero estaba instalado en...
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