Exiologia
Las promesas divinas son otras tantas declaraciones para conceder algún bien o eliminar algún mal. Como tales son un bendito hacer, conocer y manifestar el amor de Dios para su pueblo. Hay trespasos en relación con el amor de Dios: primero, su propósito interno de ejercitarlo; el último, la real ejecución de este propósito; pero en medio hay el dar a conocer este propósito a los beneficiarios del mismo. En tanto que el amor está escondido nadie puede ser confortado por el mismo. Ahora bien, Dios que es "amor" no sólo ama a los suyos y no sólo les manifestará su amor con plenitud a sudebido tiempo, sino que entretanto nos tiene informados de sus benevolentes designios, para que podamos descansar reposados en su amor, y sentirnos confortado! por sus promesas seguras. Por ello podemos: decir: "¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!" (Salmo 139:17).
En 2ª Pedro 1:4, se habla de las promesas divinas como "preciosas y grandísimas". Comodijo Spurgeon: "La grandeza y la preciosidad van raramente juntas, pero en este caso van unidas en un grado muy elevado." Cuando Jehová se complace en abrir su boca y revelar su corazón, lo hace de una manera digna de El, en palabras de poder y riqueza superlativas. Para citar de nuevo al querido pastor de Londres: "Vienen del gran Dios, van a grandes pecadores, obran grandes resultados, y tratande asuntos de gran importancia." Mientras que el intelecto natural es capaz de percibir buena parte de su grandeza, sólo los que tienen el corazón renovado pueden saborear su inefable preciosidad, y decir con David: "Cuán dulces son a mi paladar tus palabras, más que la miel a mi boca" Salmo 119:103).
1. Nos beneficiamos de la Palabra, cuando percibimos á quienes pertenecen las promesas. Estándisponibles sólo para aquellos que son de Jesús. "Porque todas las promesas del Señor Jesús son en él, sí, y en el, Amén" (2ª Corintios 1:20). No puede haber relación entre el Dios Trino y la criatura pecadora, excepto por medio de un Mediador que le ha satisfecho a favor nuestro. Por tanto este Mediador debe recibir de Dios todo el bien para su pueblo, y ellos deben recibirlo, de segunda mano,procedente de El. Un pecador puede pedir a un árbol con la misma eficacia que si pidiera a Dios si es que desprecia y rechaza a Cristo.
Tanto las promesas como las cosas prometidas son entregadas al Señor Jesús y transmitidas a los santos a través de El. "Y ésta es la promesa que El nos hizo, la vida eterna." (1ª Juan 2:25), y cómo la misma epístola nos dice: "Y esta vida está en su Hijo" (5:11).Siendo así, ¿qué bien pueden sacar aquellos que no están todavía en Cristo? Ninguno. Una persona que no está en contacto con Jesús no recibe el favor de Dios, sino al contrario, está bajo su Ira; su porción no son las promesas divinas, sino las advertencias y amenazas. Es una solemne consideración el que aquellos que están "sin Cristo", "están excluidos de la ciudadanía de Israel, y son...
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