Existencialismo de Heidegger
Heidegger se había presentado como el heredero de la tradición fenomenológica, pero los discípulos más fieles de Husserl, como Stein o Ingarden, supieron pronto quesu filosofía tomaba derroteros distintos de los marcados por el maestro. Hubo algún que otro desencuentro personal, pero Stein supo retar a Heidegger en el terreno adecuado: desvelando que en su prosaárida pero en cierto sentido también mística se ocultaba una concepción cerrada y claustrofóbica de la vida humana, un universo solipsista e inane que abocaba a discurrir sobre la nada.
Podrádiscutirse si Ser y tiempo es algo más que una logomaquia, pero lo cierto es que, como atinadamente sugiere Stein, cualquier forma de filosofía que pretenda pensar el presente no puede proponerse sintenerlo en cuenta. Y eso es, precisamente, lo que hace la pensadora y santa de origen judío: pensar con Heidegger, lo que no quiere decir, evidentemente, de acuerdo con él. Antes de que sus biógrafossubrayaran la ruptura de Heidegger con el catolicismo como un momento decisivo de su biografía intelectual, Edith Stein criticó el desprecio de su pensamiento por la filosofía medieval. En uno y en otrocaso, las circunstancias vitales se entrecruzan en sus especulaciones: mientras Stein mantenía un acercamiento a la metafísica de la Edad Media, descubriendo su riqueza conceptual e intentando unasimbiosis con el método fenomenológico, Heidegger soslayaba su importancia en la reflexión sobre el ser.
Pero este pequeño ensayo sirve también para juzgar la categoría filosófica de Santa TeresaBenedicta de la Cruz. Si Heidegger fue experto en el arte de la interpretación sobre la interpretación, en el arte de la relectura, y sucumbió a cierta megalomanía, el silencioso trabajo de la discípula deHusserl alcanzó muy pronto una altura y precisión filosófica igual o mayor que la del filósofo mencionado.
A la ontología existencialista que señala el carácter finito del hombre y que, aunque...
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