Exodo

El éxodo de viento de la madrugada ya paso. Ahora el ocaso es la cortina del infinito y variable porvenir.
Hay días que en realidad no sé cómo empiezan los días. Taciturno, lejano y a vecesalgo melancólico, (pues durante todo el día estuve riendo y todo me pareció perfecto). Pero en la noche piensas, y como es sabido el hombre jamás saboreara la plenitud. Mientras tratas deconciliar el sueño te asaltan todo tipo de cosas que según los espacios circulares del universo debes concluir, iniciar, mantener, elogiar, olvidar, transgredir, figurar, replantear. En finaquello que se podría denominar como obligaciones, no sé si banales o importantes pero se dice que hay que cumplirlas. Aquí, como diría Ovidio lejos de roma, tal vez no existen las obligaciones, osimplemente estar aquí es una obligación, en fin. Lejos solo pensamos. Contemplamos desde el exterior la plenitud de lo que se gesto en alguna época. Sócrates, Platón y Aristóteles fueron másgrandes en la modernidad que en la misma Grecia, fueron vistos desde la plenitud de su obra, lo infinito ya no perteneciente a los dioses sino a los labios de un mortal, afirmando que elinicio de las cosas no radica en la forma del concepto. Ni en la norma del por donde debemos empezar. Si no en nuestra posición ante tal concepto lo cual hace infinita la forma de incursionar enel mundo. (No sé si me hice entender pues es cuestionable la idea de que por lo menos me acerque a lo que decía Sócrates) Prefacio este del mundo platónico fundamentado en las ideas, sombraque produjo el sereno y fresco pensamiento aristotélico acerca del alma y la virtud.
Sé que nunca te has puesto a pensar en esto pero Sobre mi diabética cama después de hacer el amor meabrasabas y me hablabas al oído sobre lo infinito, algunas ideas contenidas en tu lucida locura. Y al final con tus ojos siempre dibujas el alma y despiertas la virtud del que quiere amar.