Exper

LA VERDAD DE JUAN. Ana estaba ahí tirada en el suelo mirando el cielo con los ojos entre abiertos, yo a su lado como de costumbre observándola con cautela, deseándola en mi mente, rosándole con mis dedos su rostro, su cuerpo, como si el tiempo no nos hubiese pasado ya, como si fuéramos nuevos. El viento le soplaba el cabello ahí inquietante. Quedo en shock, siempre se tomó todo muy enserio, peronunca imagine que la bruja de la feria pudiera causar eso en ella, siempre con cualquiera. Pensativa, callada, tímida, esperando encontrar que hacer, que decir, esperando bloquear lo que la gitana le dijo, me causaba gracia, mucha gracia, me inquietaba su actitud, siempre fue grande pero niña, quizás algo de lo que más me gusto de ella era su loca actitud, sabia cuando responder a lasituaciones, frágil, deseosa, yo estaba ahí para ella para protegerla. Tiritaba se mordía los labios, hacía gestos muy suyos. La feria ese lugar que solíamos visitar, esa típica gitana de cabellos negros y largos, esa mirada profunda y sus dientes verdosos, Ana siempre va a ese tipo de cosas, Pero salió esta vez mas disparatada que nunca no sé qué le habría dicho la gitana pero salió como alma que lleva eldiablo.
-¿Qué te pasa Ana que estas así?
-Solo eh quedado impactada con lo que me dijo la gitana, pueden ser mentiras, verdades quizás todo parecido con la realidad sea pura coincidencia pero…se quedó murmurando hablando para adentro ahí
-mira Ana ya nada me sorprende pero allá tú, mejor apúrate y pásame un tabaquito. Ella saco una cajita metálica del bolsillo de su práctico bolso, tomo elencendedor y empezó a encenderlo, todos los días cuidábamos las plantas, era parte de nuestra familia. Ella me pasa el cigarro yo me quedo quieto acariciándole el rostro, era un acto que merecía tiempo ahí puestos, esperando hasta que finiquitara el cigarro.
- Bueno es todo por hoy, vámonos de acá se hace tarde y seguro hoy están los uruguayos seguro hoy la casa retumba murga. nos fuimos, rápido,ella llevaba el paso.. Ella se mordió la uña del dedo indicie, la escupió, me miro y entre abrió sus labios para decirme:- tienes razón!
La tarde se despedía, ella y los miedos de Ana crecían, yo la veía ahí, puesta con los ojos cerrados, La noche llego se paró de repente, me jalo el brazo pero siempre ella ha estado en pie antes que yo.
Ya ha pasado el tiempo, los días, estoy seguro de quedesde el día de la feria nada volvió a ser como antes. De vuelta a casa no dijo nada, su mirada era distinta, parecía como si estuviera en otro lugar. El tiempo no pasaba más, y no me respondía al preguntar. Yo jamás me iba a imaginar lo que de ahí hasta entonces estaba por pasar. Llegamos a casa, en ese tiempo vivíamos en una casona grande colorida, éramos siete en total, pero siempre había gente,nunca paraba, la guitarra, la cerveza, los cojines en el patio con el árbol de mangos, el huerto de tomates a lado de la salvia, la ropa extendida, La gente en ese entonces era más tranquila. Ana no saludo se fue al cuarto rápido, Karin y Flavia lo notaron pero les dio igual, hace mucho que no todos somos los más normales, que cualquiera puede andar en nuestra cabeza. Yo me quede con los chicostomando un poco de birra, disfrutando de la música, deseoso de un cigarro de esos que nuestro huerto de tomates nos daba. Me gustaba vivir allí, nunca olvidare sus detalles, tan didácticos, tan plenos.
Ana y yo llevábamos un poco más de un año saliendo, siempre pensare que es la mujer de mi vida, éramos jóvenes nos importaba el presente, no sentíamos odio, solo queríamos ser felices, ayudar alotro, tantas cosas extraño de esos tiempos. Ana regreso a la sala y mientras todos nos rotábamos la cerveza con la mano izquierda y el cigarrillo con la derecha, me toco la oreja luego me agarro una nalga me separo del lugar, estaba ansiosa le pasaba algo, quería decirme algo, las palabras se le salían por los ojos, no podía dejar de notar su comportamiento inquietante, me dio beso me miro dijo con...