Experiencia de desierto
Por Sebastián Fuster Perelló, o.p.
Pascua es la gran fiesta cristiana, la única Fiesta, el eje en torno al cual giran todas las demás. Si Cristo no ha resucitado vana es la fe, inútil la predicación. Pasión-muerte-resurrección-glorificación del Señor son el núcleo del existir cristiano, los hechos más importantes de una larga historia, misteriosa y salvífica. Desdeque la humanidad rechazara el Proyecto divino al crear el mundo, el Padre Dios, con su Palabra y su Espíritu fue saliendo al paso del hombre, haciéndose el encontradizo, como un mendigo, suplicándole volviera a los orígenes.
Recordaremos tan sólo un hito de este largo proceso. Cuando los israelitas sufren esclavitud en Egipto, Dios suscita a Moisés como libertador. Aquella noche, en cada familia,se celebró una cena. No fue una cena como cualquier otra. Rápida, de pie –"ceñidas vuestras cinturas, calzados los pies y el bastón en la mano" (Ex 12,11)—prontos a emprender la marcha. Cada familia prepara un cordero. Unta con su sangre las dos jambas y el dintel de la puerta. Ésta fue la señal. Aquella noche pasó el ángel del Señor, hiriendo de muerte a todos los primogénitos de Egipto, perodonde estaba la sangre del Cordero pasó de largo, liberando a sus moradores. Paso se dice en hebreo Pascua, y así llamaron los israelitas a este paso del Señor. Para ellos fue el tránsito de la noche al día, del temor a la esperanza, de la opresión al aire libre, de la muerte a la vida, de la esclavitud a la libertad. Pasaron el Mar Rojo y se adentraron en el Desierto sin más horizonte que la TierraPrometida.
Avanzar, caminar por el Desierto hacia la Vida, hacia la Pascua, hacia la Resurrección. Algo de esto es la Cuaresma. En realidad, toda la existencia cristiana es peregrinaje hacia el encuentro del Padre, siguiendo las huellas de Cristo, bajo la fuerza del Espíritu, pero lo celebramos de una forma más significativa en estos cuarenta días que preceden a la Pascua, como si fuera un"cristianismo concentrado". Es de suponer que los enamorados se quieran siempre, pero... lo celebran un día al año.
La primera referencia a una preparación pascual de cuarenta días aparece en un escrito de Eusebio de Cesárea, allá por el año 332, donde habla de la Cuaresma como de una institución ya veterana configurada como una "experiencia de desierto". Dice:
"Celebrando la fiesta de Pascua, nosesforzamos por pasar a las cosas de Dios, lo mismo que en otro tiempo los israelitas atravesaron el desierto... Antes de la Fiesta, como preparación, nos sometemos al ejercicio de la cuaresma, imitando el celo de los santos Moisés y Elías... Orientando nuestro caminar hacia Dios, nos ceñimos los lomos con la cintura de la templanza; vigilamos con cautela los sentimientos del alma, disponiéndonos,con las sandalias puestas, para emprender el viaje de la vocación cristiana; usamos el bastón de la Palabra divina, no sin la fuerza de la oración, para resistir a los enemigos; realizamos con vivo interés el tránsito que conduce al Reino; apresurándonos a pasar de las cosas de acá abajo a las celestes y de la vida mortal a la inmortal" (De sollemnitate paschali 2.4.5: MG 24,693)
Lugar de pasoEl desierto es lugar de "paso". Nadie construye una casa en la arena. A lo sumo se limita a plantar la tienda de campaña. La experiencia de desierto es un estímulo permanente a vivir el sentido de lo provisional. Estamos de paso. Nacemos, crecemos, morimos... No vale la pena "acumular" y "tener", almacenando en los graneros. Vivimos como peregrinos camino de la Patria definitiva. Importarelativizar la existencia, dando ciertamente valor a cada cosa, pero siempre en orden a lo único Absoluto. Lo importante es realizarse, "ser". Desprenderse del peso inútil de tantas cosas superfluas para poder aligerar la marcha. Calcular bien qué poner en la mochila para que sea útil y no estorbe la escalada hasta la cima. Nuestra morada definitiva está "más allá", en los "cielos nuevos y la tierra...
Regístrate para leer el documento completo.