EXPERIENCIA DE SERVICIO SOCIAL

Una huella que no se puede olvidar


Al empezar a programar mi Proyecto de Fe tenía pensado asistir a un centro de niños, ya que pensaba que para lograr un cambio en Guatemala se debe empezarcon ellos. Pero se me presento la oportunidad de ir a servir al asilo de la Congregación Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Esto fue un reto para mí, ya que no había compartido tanto con personasmayores y pensaba que mi presencia seria indiferente para ellos.
Al asistir y compartir me pude dar cuenta que estaba equivocada, son personas que mayormente son alejadas y olvidadas no teniendo encuenta que necesitan amor, cuidado y especialmente compañía. Al preguntarles: ¿Cómo está? Relataban la lista de problemas con la que ellos cargan día a día, me dedique a recordarles, cada vez que iba,palabras sabias e historias de Jesús para nunca darse por vencidos, para seguir luchando, para no perder la esperanza. Ellos me consideraron una persona de confianza, con la cual se podían desahogar,pedir ayuda y alegrar un poco el día. Pero esto no se compara con la riqueza que ellos me brindaban cada segundo, con sus sonrisas sinceras al verme, con sus historias, consejos, bendiciones y deseos.Me enseñaron a valorar, apreciar y vivir cada etapa de mi vida, me hacían recordar que la verdadera felicidad no se encuentra en cosas materiales, en la cantidad de países que he estado, en launiversidad que pienso estudiar, sino en el corazón de las personas que quiero. Pero el mayor aprendizaje que obtuve de ellos es nunca olvidarme de Dios, mantener mi fe estable, ya que a pesar de los años,problemas, tristezas, Él nunca deja de bendecirlos cada día.
Todos se ganaron un lugar en mi corazón. A pesar que al poco rato algunos ya no se recordaban de mi nombre o se enfadaban conmigo; no lesinteresaba la comida que llevaba, ellos lo que querían era una persona con quien platicar, que los pudiera
ayudar, que los sacara al sol y a pasear un rato. Trate de ser una amiga, una luz, una...