explicacioin de la frase

TEATRO HISTÓRICO EN EL BICENTENARIO
Monólogos de la Revolución
Gloria Siracusa
“El teatro es una ficción
que puede ser
lo contrario de la mentira”.
Carlos Somigliana

En el campo cultural de la Norpatagonia neuquina se
producen en la actualidad escrituras dramáticas, que nos permiten
encuadrarlas en un amplio campo social y poner en funcionamiento
distintas matrices de lectura, basadasen diferentes perspectivas
disciplinarias: historia, política, psicología, filosofía, literatura. Esta
ponencia se propone estudiar, desde un marco teórico ecléctico, en
el ámbito del teatro histórico-político, mundo ficcional y mundo de
referencia, tres monólogos del dramaturgo Alejandro Flynn:
“Moreno. Monólogo y tres actos” (1990)1, “En sus últimas horas de
vida, Manuel Belgrano esperala muerte y dice” (2009), “Habla
Castelli” (2009)2.
Naturalizando las relaciones entre política, experiencia
histórica y literatura, en esta trilogía, Alejandro Flynn3 manifiesta
una firme voluntad de poner el pasado en escena. Se inscribe así en
el llamado teatro histórico que pone lo literario en relación con
otras prácticas discursivas como la crónica periodística, el relato
histórico, eldiscurso político, la argumentación filosófica.
La historia del teatro argentino del siglo XX está escrita por
lúcidos dramaturgos entre los que es insoslayable nombrar a
Bernardo Canal Feijóo (Tungasuka, 1963), David Viñas (Lisandro,
1973; Dorrego, 1974; Tupac Amaru, 1975), Eduardo Pavlovsky (El
señor Galíndez, 1973), Juan Carlos Gené (El inglés, 1974), Griselda
Gambaro (La mala sangre,1981), Carlos Somigliana (Historia de una

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estatua, 1983). Seguramente es esta una nómina incompleta pero
que contiene, a nuestro juicio, algunos de los nombres más
importantes de la dramaturgia nacional, referentes paradigmáticos
del teatro histórico argentino, modalidad productiva abordada por
ellos, no desde una matriz realista sino desde una concepción
vanguardista, de diversidadde poéticas, ya que no les interesa
reconstruir o “reflejar” la realidad nacional sino hacer una lectura
crítica de la misma. (Irazábal: 2004)
Leer y estudiar los textos dramáticos de Alejandro Flynn
(nacido en Sáenz Peña, provincia de Buenos Aires, vive en la
Patagonia desde 1976) supone hacer un recorte en el campo
intelectual

regional

y

colocarlos

en

un

espaciocultural

diferenciado. Un espacio en el que se ubica un dramaturgo del
“interior”, no muy conocido a nivel nacional, aunque ya cuente con
un premio nacional, con algunas obras editadas pero otras inéditas,
que todavía no integran las carteleras de los teatros de la región,
aunque estos tres monólogos, motivo de nuestra ponencia, se
estrenaron en el Teatro del Viento, en la capital de laprovincia de
Neuquén, el 7 de mayo de 2010, en un espectáculo denominado
Monólogos de la Revolución interpretados por el actor neuquino
Raúl Castro. El autor redactó para el estreno un programa de mano,
en el que adhiere al Bicentenario de la Revolución de Mayo, pero
que también le permite fijar a través de un discurso metaliterario4
su afán de recuperación de la memoria histórica.
Estos monólogosgiran en torno a una isotopía: el ejercicio
del poder y el olvido, se vertebran en torno a las confesiones
agónicas de tres hombres fundamentales de la historia argentina:
Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli, cuyo
ejercicio del poder y de la función pública cosechó tanto apoyos
como críticas, de seguidores o detractores, en partes iguales. En
suma, se trata de individuos quepueden haber actuado con
desprendimiento y generosidad, aún en medio de pasiones y

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arrebatos jacobinos, y a los que la historiografía maltrató o ensalzó
con cierta arbitrariedad.
Los textos son una puesta en escena del cuerpo enfermo de
sus protagonistas: la hidropesía y el cáncer acechan, carcomen,
destruyen, degradan. Cuerpos lacerados y sufrientes como el de
Belgrano: “Pero...