Por María Alejandra Andrade Vinueza, Coordinadora Regional de Movilización de Juventudes World vision No hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño, dequien dependen la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana.Plan de Acción de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia, 30 de septiembre de1990.Una realidad invisibleJuan tenía 12 años de edad cuando fue vendido por su prima Mariana al dueño de una plantación de coca en el trópico boliviano. La estatura media de Juan y sus manitospequeñas eran ideales para la cosecha de la coca, por lo que rápidamente fue puesto a la labor, con jornadas que iniciaban en la madrugada y duraban hasta el anochecer. Adaptarse al clima tropical no fuefácil para Juan, pues él y su familia eran originarios de las montañas del altiplano boliviano. La falta de trabajo en su comunidad había dejado a su madre y a su padre con pocas posibilidades de mantenera su familia. Como consecuencia, Juan y sus hermanos comenzaron a pasar hambre, a ausentarse de la escuela, a bajar su rendimiento escolar y a aislarse de los demás niños y niñas de su comunidad. Alcomienzo, cuando Mariana le propuso conseguirle un buen trabajo lejos de su comunidad, Juan tuvo miedo, especialmente porque se le prohibió hablar sobre este asunto. Sin embargo, él sabía que si sequedaba en su comunidad, con dificultad podría ayudar a su familia. Fue así como Juan, apenas iniciando su adolescencia, salió de su comunidad con la promesa de una vida mejor.
Una vez en la plantaciónde coca, bastaron pocos días para que Juan se diera cuenta de que su trabajo no era lo que Mariana le había prometido: al agotamiento físico producto de una jornada de 14 horas se sumaban las malascondiciones de su oscura habitación y la escasa alimentación. Sin embargo, lo que más mermó la salud física, emocional, espiritual y mental del joven Juan fue el maltrato físico y psicológico al...
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