Exposision
Resumen de Linch
Linch, J. 1991. Los orígenes de la independencia americana, Cap. 1 pp. 140, en
Historia
de América Latina
, Tomo 5, Leslie Bethell, ed., Editorial Crítica, Barcelona.
Nota: Los párrafos en negrita comprenden factores importantes que contribuyeron al proceso
indepentista. Maximiliano J. Lezcano
El contexto políticoeconómico de España (siglo XVIII)
El autor va a tratar los orígenes de la independencia hispanoamericana, con eje en los sistemas
socioeconómicos que se dieron tanto en España como en las colonias hispanoamericanas
durante el siglo XVIII. Destaca para empezar el carácter subdesarrollado de España: la Economía
de la América colonial dependía de una metrópoli sin desarrollar. Luego de tres siglos de
dominio español, la economía del Imperio se asemejaba mucho a la de las colonias: se
exportaban materias primas, dependían de una marina mercante extranjera y ambas eran
dominadas por una elite señorial que no tendía al ahorro y la inversión
. En todo esto España va
a contrastar con Inglaterra, hecho que como veremos va a ser decisivo en esta historia. Las
similitudes en la economía de España y sus colonias produjeron la competencia en vez de la
complementariedad, tema que originó los principales conflictos entre ambas.
La situación de atraso económico en la que se encontraba España no pasó desapercibida a los
Borbones, quienes imbuidos de una ideología reformista se propusieron modernizar la economía, en particular mejorando la productividad. En este aspecto influyeron las ideas de los fisiócratas, a
favor de la primacía de la agricultura y del Estado; el mercantilismo, por una explotación más
eficaz de los recursos de las colonias; el liberalismo económico, para eliminar restricciones
comerciales e industriales y la Ilustración, en el reemplazo de autoridad y tradición por razón y
experimentación. Aún así, estas ideas apuntaban más a reformar las estructuras existentes y no a
cambiarlas.
Durante el siglo XVIII se dio un importante crecimiento demográfico que originó la mayor
demanda de tierras y de productos agrícolas. Para satisfacer estas necesidades se tomaron
algunas medidas, como la quita de tasas sobre los granos, su libre comercio en España y su
exportación; también se distribuyeron tierras. A pesar de estos esfuerzos las mejoras económicas
no llevaron a un cambio social; los castellanos no querían acumular capital y fomentar la
industria. La infraestructura comercial estaba muy atrasada y debilitada. Los proyectos de
reforma agraria se vieron frustrados por la apatía del gobierno y por los intereses creados:
España abandonó el camino de la modernización. La economía de España siguió siendo
esencialmente agraria, mientras que la monarquía retrocedía a viejas prácticas y abandonaba las
ideas reformistas.
Mientras tanto, entre 1780 y 1800 Inglaterra llevaba adelante un cambio económico
revolucionario: la efectiva Revolución Industrial produjo un crecimiento comercial imparable.
La ampliación del mercado de exportación incluyó a las colonias españolas en América, que
aportaban a Inglaterra un bien preciado: la plata. A pesar de las restricciones españolas,
Inglaterra comerciaba con la América española por medio de la reexportación desde España o
por el contrabando. Inglaterra no tenía aspiraciones imperialistas en Hispanoamérica pero sí
comerciales, para lo cual el monopolio comercial impuesto por España era el principal obstáculo.
El mercado colonial español se mostró interesado en el comercio británico, sobre todo en
tiempos de guerra entre Gran Bretaña y ...
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