Extradicion
Lic. José Rafael Fernández Quesada
Profesor en la Universidad Autónoma de Centroamérica
Ivstitia 1988
Introducción
El problema de la extradición de nacionales es un fenómeno del que se ha ocupado la doctrina y se ha despreocupado la legislación; al menos así ha sucedido en la mayoría de los países.
La doctrina afirma que no haymotivo plausible para no extraditar a un nacional - sin negar la existencia de criterios contrapuestos -, mientras tanto la mayoría de las leyes de extradición y a6n de los tratados relativos a la materia, niegan la posibilidad de tal acción.
En lo personal, sostenemos la misma tesis de la doctrina mayoritaria moderna. El presente trabajo pretende presentar una síntesis de las opinionesexistentes sobre el tema e intentar, desde una perspectiva propia, el apoyo a la tesis a favor de la extradición de nacionales, desde un ángulo real-normativo.
1. Explicación del problema
El asunto es sencillo: si en caso de que un nacional cometa delito en el extranjero, y se refugie en el territorio de su país, el Estado de ese país, está o no obligado a extraditado para que sea juzgado en elpaís en que cometió su fechoría a cualquier otro con interés legítimo.
La doctrina estudia el asunto desde el punto de vista de los fundamentos de la extradición -en cuanto a la autoridad que la otorga, en cuanto a la nacionalidad, al delito, a la prescripción, al monto de las penas, etc...-. En el fondo todos esos elementos fundamentales no dejan de ser convencionales; esto es, hay unadeterminada e-lección sobre puntos que se consideran de relevancia en• el problema: ¿porqué un órgano estatal y no otro?, ¿ porqué un nacional no y un extranjero sí?, ¿ cuál es el monto razonable para conceder la extradición?
En cada caso habrá razones específicas, más o menos aceptables, que han llevado a un consenso a los intérpretes autorizados de los términos.
En este tema especifico, pareceser que dicho consenso existió desde tiempo atrás y no ha dejado de proyectarse todavía; no obstante, dentro del círculo de los locutores importantes en el campo del Derecho Internacional Penal, existe hoy una marcada división. Esto es, las razones que sustentaban la negativa a extraditar nacionales han perdido vigencia; hay nuevas razones que se han presentado con la evolución del pensamiento,que se o-ponen a aquella concepción.
Es nuestra opinión que los motivos que se esconden son de carácter histórico. La inmensa mayoría de los autores no busca allí, en el empolvado fondo histórico del asunto, que pereciera ser el lugar más propicio para encontrar una - de las tantas válidas - respuestas al problema.
En efecto, las disquisiciones han ido desde las más formales - como las que sebasan en principios constitucionales - hasta las melancólicas - poco o nada racionales - que nos hablan de absurdos como el de comparar el Estado nacional a una madre cariñosa, etc ...
En épocas remotas, tal como lo señalan quienes han estudiado el aspecto histórico del asunto -Reiss Villareal, Piombo, Jiménez de Asúa- , en una desorganización de las relaciones internacionales, ya fuera por lorudimentario de las estructuras gubernamentales o, todavía más atrás, por el simple hecho deque no existían los “Estados” - gobierno, territorio, pueblo y soberanía - sino simplemente grupos de personas unidos por razones primero territoriales y luego afectivas, o monarquías, o cualquier otra forma de organización social anterior al Estado, la desconfianza entre los distintos grupos que sehabían definido, era lógica. Pueblos que vivían en constante amenaza de guerra con sus vecinos, de hecho, no tendrían buenas relaciones. Los individuos eran plenamente conscientes de los peligros de caer en manos de sus “vecinos” y, a no dudar, los juzgamientos serían, en semejantes circunstancias, abiertamente desfavorables.
En un mundo sin adecuados controles migratorios - o sin ellos del todo...
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