fabrizio sosa
Realizó estudios de especialización en proyectos, actualmente trabaja en la Defensoría del Pueblo y en la ONG Organización para el Desarrollo Económico y Social.
Aficionado al estudio de la historia paraguaya, su cultura y tradiciones.
En el 2007 integra el taller literario dirigidopor el escritor Carlos Villagra Marsal.
Tiene escritos varios ensayos, cuentos y poemas inéditos. Nació en Asunción el 14 de julio de 1977, de profesión economista, docente y estudiante de sociología.
Realizó estudios de especialización en proyectos, actualmente trabaja en la Defensoría del Pueblo y en la ONG Organización para el Desarrollo Económico y Social.
Aficionado al estudio de lahistoria paraguaya, su cultura y tradiciones.
En el 2007 integra el taller literario dirigido por el escritor Carlos Villagra Marsal.
Tiene escritos varios ensayos, cuentos y poemas inéditos. Nació en Asunción el 14 de julio de 1977, de profesión economista, docente y estudiante de sociología.
Realizó estudios de especialización en proyectos, actualmente trabaja en la Defensoría del Puebloy en la ONG Organización para el Desarrollo Económico y Social.
Aficionado al estudio de la historia paraguaya, su cultura y tradiciones.
En el 2007 integra el taller literario dirigido por el escritor Carlos Villagra Marsal.
Tiene escritos varios ensayos, cuentos y poemas inéditos.udio, los comentarios que escuchó en el pueblo lo inquietaban y solo el padre podía aclarar sus dudas.Esperó que llegara la tarde y luego de la hora de las confesiones se acercó al cura...
- Eh, Silverio, tantos años por acá y es la primera vez que asistís a las confesiones, por fin, ya era hora.
Silverio sonrió, conocía muy bien al pa'í Claudio, no perdía oportunidad...
- Padre, déjeme juntar algunos pecaditos más y se los traigo todos juntos, ademásviviendo aquí en la iglesia, Dios en persona es quien los ve todos y le aseguro que la mayor parte los pago subiendo tantas veces al campanario. Pero, yo vine porque me contaron en la taberna de don Justo... eh bueno... yo voy ahí de vez en cuando a tomar solo una copita, sabe, nunca exagero... bueno, en lo de Justo escuché que hay una orden de Asunción, del Obispo, de llevar todas las campanas debronce de las iglesias hasta la fundición de La Rosada, por lo de la guerra padre... dicen que ya casi no hay hierro y el ejército necesita armas.
- Así es Silverio, yo no comenté nada con la gente porque envié un emisario a Asunción, para confirmar la orden, con esta guerra no se sabe... debo tener la confirmación en dos días.
Silverio Morel se ocupaba del campanario de laiglesia de Caazapá desde joven y a los cuarenta y siete años no se encontraba en el frente de batalla por la sencilla razón de llevar consigo una ceguera de nacimiento, que no le impedía subir por una estrecha escalera de madera los doce metros del campanario, varias veces al día, para llegar hasta la gran campana de bronce que los jesuitas trajeron al pueblo en época de la colonia.Silverio aún recordaba a su abuela comentar que se necesitaron más de cuarenta hombres para alzar la inmensa campana al lugar que ocupaba hoy, y que fue el propio gobernador de la Provincia Gigante de las Indias el encargado de dar las primeras campanadas, que se oyeron hasta cuatro leguas de distancia.
A muchos infieles convenció con su tañido claro y profundo, como si el mismo Diosordenara a los mortales acudir a su morada.
Silverio fue llamado por el padre Claudio, ante el cual se presentó esperando conocer la suerte de la campana, ligada inexorablemente a la suya.
- La orden del Obispo es la que conocemos, todas las campanas de las iglesias deben ser llevadas a la fundición de Ybycuí, salvo aquellas cuyo diámetro supere los dos metros y medio y se...
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