FABULA ECUATORIANA
Un mozo hacía gala de ser en la comarca el gran trompón; su fuerte deporte, el ejercicio que tomo como vicio bien sabemos queel vicio es cosa mala descuidando el estudio hasta el extremo que el libro fue apartado, el alba al crepúsculo se pasa mirando al espejo, la durezamidiéndose del músculo, peinándose el cabello para un lado teñido de bermejo, y hasta adoptando poses desafiantes que hicieron engreír. Hubo algunos infantesque le admiraron, otros se dieron por reír.
Qué miedo de mozuelos; qué admiración de chicas; mas, nada impresionó a los abuelos, y solamente un loro convalor preguntó si sabía que era el amor. Mas, responder no puedo.
El loro comentó:
-Este sí que es mundo
Hombres hay que son soló pura pinta ensu externa figura,
como una hermosa y clásica escultura
que ni piensa siquiera, ni palpita.
EL CERDO Y LOS CARNEHabía una vez una granja contodos sus animales.
El y ella estaban las vacas, los caballos, los pollitos, los carneros y los cerditos.
Un día, se metió un cerdo dentro de un rebaño decarneros, y pastaba con ellos a diario.
Pero un día lo capturó el pastor y el cerdo se puso a gruñir y forcejar. Los carneros lo regañaban por gritón,diciéndole:
- A nosotros también nos echa mano constantemente y nunca nos quejamos.
- ¿Ah sí?- replicó el cerdo- ¡Pero no es con el mismo fin! A ustedes lesechan mano por la lana, pero a mí es por mi carne.
“Perder lo reponible no nos debe preocupar, pero sí el perder lo que es irreparable”.
ROS
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