Fabulas
Sentía el camello envidia por los cuernos del toro, y quiso obtener los suyos propios. Para esto fue a ver a Zeus, pidiéndole le regalara a él unos semejantes. Pero Zeus, indignado de que no se contentara de su gran tamaño y fuerza, no sólo le negó el darle los cuernos, sino que además le cortó una parte de las orejas.
La envidia no es buena consejera. Cuando quierasmejorar en algo, hazlo con tu esfuerzo y por tu deseo de progresar, no porque tu vecino lo tenga.
Un piloto y un marinero (FEDRO)
Estaba una nave a merced de los varios y encontrados,
vientos de alterado mar, y la tripulación con las lágrimas, temor y congojas de cercana muerte; serenóse de súbito el furioso temporal; continuaron bogando
con próspero viento, y al punto se vio a lospasajeros.,
henchidos de gozo, solazarse con inusitada alegría.
Mas el piloto, aleccionado con la experiencia del pasado peligro, dijo así. «Puesto que en la tierra andan siempre asidos de la mano el placer y la pena, mostrémonos tan prudentes antes de llegar al deseado puerto, que tanto las expansiones como las quejas sean siempre moderadas.»
En la prosperidad teme; en la adversidad espera.
Elzorro y la cigüeña (JEAN DE LA FONTAINE)
Sintiéndose un día muy generosa, invitó doña zorra a cenar a doña cigüeña. La comida fue breve y sin mayores preparativos. La astuta raposa, por su mejor menú, tenía un caldo ralo, pues vivía pobremente, y se lo presentó a la cigüeña servido en un plato poco profundo. Esta no pudo probar ni un sólo sorbo, debido a su largo pico. La zorra en cambio, lo lamiótodo en un instante.
Para vengarse de esa burla, decidió la cigüeña invitar a doña zorra.
-- Encantada -- dijo --, yo no soy protocolaria con mis amistades.
Llegada la hora corrió a casa de la cigüeña, encontrando la cena servida y con un apetito del que nunca están escasas las señoras zorras. El olorcito de la carne, partida en finos pedazos, la entusiasmó aún más. Pero para su desdicha, laencontró servida en una copa de cuello alto y de estrecha boca, por el cual pasaba perfectamente el pico de doña cigüeña, pero el hocico de doña zorra, como era de mayor medida, no alcanzó a tocar nada, ni con la punta de la lengua. Así, doña zorra tuvo que marcharse en ayunas, toda avergonzada y engañada, con las orejas gachas y apretando su cola.
Para vosotros escribo, embusteros: ¡Esperad la mismasuerte!
El zagal y las ovejas (Félix M. Samaniego)
Apacentando un joven su ganado,
gritó desde la cima de un collado:
"¡Favor! que viene un lobo, labradores"
Estos, abandonando sus labores,
acuden prontamente
y hallan que es una chanza solamente.
Vuelve a llamar, y temen la desgracia;
segunda vez los burla. ¡Linda gracia!
Pero, ¿qué sucedió la vez tercera?
Que vino en realidad lahambrienta fiera.
Entonces el zagal se desgañita,
y por más que patea, llora y grita,
no se mueve la gente escarmentada
y el lobo le devora la manada.
¡Cuántas veces resulta de un engaño,
contra el engañador el mayor daño!
El burro flautista (Tomas Iriarte)
Esta fabulilla,
Salga bien o mal,
Me ha ocurrido ahora
Por casualidad.
Cerca de unos prados
Que hay en mi lugar,
Pasabaun borrico
Por casualidad.
Una flauta en ellos
Halló, que un zagal
Se dejó olvidada
Por casualidad.
Acercóse a olerla
El dicho animal,
Y dio un resoplido
Por casualidad.
En la flauta el aire
Se hubo de colar,
Y sonó la flauta
Por casualidad.
«IOh!», dijo el borrico,
« ¡Qué bien sé tocar!
¡Y dirán que es mala
La música asnal! »
Sin regla del arte,Borriquitos hay
Que una vez aciertan
Por casualidad.
El sobrio y el glotón (CONCEPCION ARENAL)
Había en un lugarón
Dos hombres de mucha edad,
Uno de gran sobriedad
Y el otro gran comilón.
La mejor salud del mundo
Gozaba siempre el primero.
Estando de Enero a Enero
Débil y enteco el segundo.
«¿Por qué el tragón dijo un día
Comiendo yo mucho más
Tú mucho más gordo estás?
No lo...
Regístrate para leer el documento completo.