Fabulas
El labrador y la cigüeña
Un Labrador colocó trampas en su terreno recién sembrado y capturó un número de grullas que venían a comerse las semillas. Pero entre ellas se encontrabauna cigüeña, la cual se había fracturado una pata en la trampa y que insistentemente le rogaba al labrador le conservara la vida:
- Te ruego me liberes, amo – decía, - sólo por esta vez. Mi quebraduraexaltará tu piedad, y además, yo no soy grulla, soy una cigüeña, un ave de excelente carácter, y soy muy buena hija. Mira también mis plumas, que no son son como las de esas grullas.
El labradorriéndose dijo:
- Será todo como lo dices, pero yo sólo sé esto:
Te capturé junto con estas ladronas, las grullas, y por lo tanto te corresponde morir junto con ellas.
Quien se asocia con el malvado,con él perece.
FÁBULA DE LA FOTAINE
El lobo y el perro flaco
Habéis visto en otra fábula que por más que hizo el pececillo, lo echaron a la sartén. Dí a entender entonces que soltar lo que tenemosen la mano, con la esperanza de atrapar mejor presa, es gran imprevisión. El pescador tenía razón; el pececillo hacía bien: cada cual se defiende como puede. Ahora voy a robustecer lo que entoncessostuve con un nuevo ejemplo.
Cierto lobo, tan torpe como cuerdo fue aquel pescador, encontrando un perro lejos de poblado, arremetió contra él. Alegó el perro su escualidez: “Considere vuesa merced,decía, mi estado mísero; aguarde un poco para llevárseme: mi amo va a casar a su hija única, y claro es que, estando de bodas, he de engordar aunque no quiera.” Diole crédito el lobo y lo soltó. Volvióa los pocos días para ver si su perro, estaba ya de buen año; pero el picarón se hallaba metido en casa, y a través de una verja le dijo: “Voy a salir, amigo mío: aguárdanos: ahora mismo estaremos ahíel portero y yo” El portero era un perrazo enorme, que despachaba a los lobos en un santiamén. El rapaz se detuvo un momento, y diciendo después “dad expresiones al portero,” echó a correr. Era...
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