Fabulas
EL LEON Y EL RATON
Debemos ser generosos con todos, pues en cualquier momento necesitamos la ayuda de alguien más humilde que nosotros. De esta verdad estas fábulas darán fe en un instante.
Saliendo de su agujero harto aturdido, un ratoncillo fue a caer justo en las garras del león. El rey de los animales, demostrando su poder, le perdonó la vida. Su generosidad no fue en vano, porque¿Quién hubiera creído que el león pudiera necesitar un día de la gratitud de un sencillo ratoncillo?
Sucedió que en cierta ocasión en que el león salió de su selva, cayó en unas redes, de las cuales no podía librarse con sus fuertes rugidos. Lo oyó el ratoncillo, y acudió al sitio. Trabajó tan bien con sus pequeños dientes, que una vez roída una malla, el león terminó de desgarrar la tramaentera.
En ciertos casos pueden más la paciencia y el tiempo que la ira y la fuerza.
Y una buena acción, en algún momento tiene su recompensa.
Jean de La Fontaine
Comentario: No importa el tamaño ni que tanta fuerza se tenga si uno tiene la disposición para hacerlo y el deseo lo puede hacer. En algún momento por una buena acción llega la recompensa.
EL MAESTRO Y EL NIÑO
En esta fábula intentodemostrar la presunción vana de un necio:
Cuando estaba jugando a las orillas del Sena, un niño cayó al agua, mas por gracia divina se hallaba allí un sauce con cuyas ramas se salvó el pequeño. Pasó por allí un maestro de poco entendimiento, y el infante gritó:
-- ¡Auxilio que me ahogo!
Ante dichos gritos, el maestro se volvió, e imprudentemente y fuera de situación, empezó a sermonear al infante:
--¡Mira qué travieso, a dónde le ha llevado su locura!
¡Gasta tus horas cuidando esta clase de prole!
¡Desdichados padres, pobre de ellos velando a todo momento por esta turba inmanejable! ¡Cuánto deben padecer, y cómo lamento su destino!
Después de tanto hablar, saco al niño de las aguas.
Censuro aquí a muchos más de lo que se imaginan. Habladores y criticones y pedantes pueden reflejarse en elescrito anterior; cada uno de ellos forma un pueblo numeroso; sin duda el Creador bendijo esa prolífica casta.
¡No hay tema sobre el que no piensen ejercer su habladuría! ¡Siempre tienen una crítica que hacer! ¡Pero amigo, líbrame del apuro primero, y después suelta tu lengua!
Antes de señalar los errores del prójimo, mejor primero ayúdalos a mejorar su situación
Jean de La Fontaine
Comentario: antesde criticar a los demás es mejor ayudar diciéndoles que están haciendo mal que solo criticar que incluso uno puede cometer el mismo error.
EL RATON DE LA CORTE Y EL RATON CAMPESINO
Invitó el ratón de la corte a su primo del campo con mucha cortesía a un banquete de huesos de exquisitos pajarillos, contándole lo bien que en la ciudad se comía. Sirviendo como mantel un tapiz de Turquía, muy fáciles entender la vida regalada de los dos amigos.
Pero en el mejor momento algo estropeó el festín:
En la puerta de la sala oyeron de pronto un ruido y vieron que asomó el gato. Huyó el ratón cortesano, seguido de su compañero que no sabía dónde esconderse.
Cesó el ruido; se fue el gato con el ama y volvieron a la carga los ratones. Y dijo el ratón de palacio:
-- Terminemos el banquete.
-- No.Basta -- responde el campesino --. Ven mañana a mi cueva, que aunque no me puedo dar festines de rey, nadie me interrumpe, y podremos comer tranquilos. ¡Adiós pariente! ¡Poco vale el placer cuando el temor lo amarga!
No quieras vivir rodeado de bienes, si ellos van a ser la causa de tu desdicha.
Jean de La Fontaine
Comentario: por más que uno
LA MONA
Aunque se vista de seda
la mona, mona se queda. El refrán lo dice así;
yo también lo diré aquí,
y con eso lo verán
en fábula y en refrán.
Un traje de colorines,
como el de los matachines,
cierta mona se vistió;
aunque más bien creo yo
que su amo la vestiría,
porque difícil sería
que tela y sastre encontrase.
El refrán lo dice: pase.
Viéndose ya tan galana,
saltó por una ventana
al tejado de un vecino,
y de allí tomó el camino ...
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