Facultades del querellante en el proceso penal.

Trabajo práctico n°1

1. ¿Se puede iniciar un proceso o una IPP con la sola presentación del particular damnificado o querellante?
2. ¿Podemos ingresar en la etapa de juicio oral con el requerimiento del particular damnificado o querellante, a pesar del pedido de sobreseimiento del MPF?
3. ¿Si esto fuera posible a pesar del pedido del sobreseimiento del MPF, pueden actuar en juicio?
4. ¿Esposible el dictado de una sentencia condenatoria legítima mediando el pedido del querellante a pesar del pedido del MPF?
5. ¿Le parece que hay un retroceso en el monopolio de la acción penal por el MPF?

1. Dentro de la normativa procesal de la Nación, encontramos dos artículos de relevancia que nos permiten una aproximación para resolver la consigna.
En efecto, el artículo 180, tercerpárrafo, in fine, establece que “La resolución que disponga la desestimación de la denuncia…., será apelable, aún por quien pretendía ser tenido por parte querellante”.
Por su parte, el segundo párrafo del artículo 195 señala que “El juez rechazará el requerimiento fiscal u ordenará el archivo de las actuaciones policiales, cuando el hecho imputado no constituya delito o no pueda proceder. La resoluciónserá apelable por el agente fiscal y la parte querellante”.
Como se advierte, estos dos artículos prevén la posibilidad de que la parte querellante recurra 1. la desestimación de una denuncia, 2. el rechazo del requerimiento fiscal o 3. el archivo de las actuaciones.
Aún cuando la ley no lo diga expresamente, es obvio que la interposición de este remedio procesal que la ley le otorga a laparte querellante, no necesariamente debe ser acompañado por una presentación en similares términos por parte del representante del MPF. De tal manera que la parte querellante puede interponer, aún en solitario, las apelaciones que entienda correspondan.
De prosperar las impugnaciones deducidas exclusivamente por la parte querellante, nos encontraríamos ante un caso en donde el MPF ha desistidode la acción (en forma expresa o tácita) y sin embargo ésta se mantiene viva gracias a la decisión del órgano revisor cuya jurisdicción se motivó, se reitera, por la sola actividad de la parte querellante.
En un caso como el que se presenta, entiendo que no existe duda que el proceso debe iniciarse, aún con el solo impulso de la parte querellante. De lo contrario resultarían un sinsentido lasdisposiciones de los artículos 180, tercer párrafo, in fine” y 195, segundo párrafo del C.P.P.N. Se sostiene acertadamente que la inconsecuencia del legislador no se presume y si entendiésemos que solo el MPF tiene la potestad para iniciar un proceso, perdería todo lógica y operatividad la clausula ya citada que le permite a la parte querellante recurrir ante la Cámara de Apelaciones con el objeto deque se realice la instrucción, aún si el fiscal no la acompaña.
Por lo demás, entiendo que no puede imponerse al MPF que impulse la acción penal, si en su oportunidad y en forma fundada consideró que no había razones para impulsarla. Hacerlo, constituiría una evidente afectación a la independencia del MPF, consagrada en el artículo 120 de la Constitución Nacional.
Sin perjuicio de la opiniónque expusiera, no pueden soslayarse algunos fallos que se nos han suministrado y que tocan la presente problemática.
En “Sotomayor” (rta. el 30.11.2004) los integrantes de la sala II de la CNCP concluyeron que el querellante particular no se encuentra habilitado para impulsar la acción penal en forma exclusiva durante la etapa instructoria. Se entendió en aquel fallo que, si aquello fuera posible,lo sería con menoscabo de la necesaria intervención asignada al Ministerio Publico en el proceso penal como titular de la vindicta pública (art- 5 y 65 del C.P.P.N) y 120 de la C.N. Se señala que una situación semejante provocaría la nulidad del acto cuestionado en función de lo dispuesto en el art. 167 del C.P.P.N. Se agrega que la correcta solución del caso viene impuesta por los principios...