Falos Y Vaginas
El surgimiento de las diferencias jerárquicas entre lo masculino y lo femenino en la sexualidad no son naturales, sino que son producto del contenido simbólico que se le han asignado a cada uno de estos conceptos, los cuales son materializados en un plano objetivo por dos órganos biológicos, el pene y lavulva. Sin embargo, tal contenido simbólico o representaciones construidas en torno a estos dos órganos funcionales, no siempre han sido caracterizadas por la hegemonía de uno de ellos; como ejemplificación de esta afirmación se traen a colación algunos de los elementos distintivos de las culturas ilustradas en la exposición “Falos y Vaginas”:
Por un lado, la cultura Moche, que se desarrollóen Perú y se destacó por la fabricación de obras en cerámica entre las que se encuentran los huacos eróticos, manifestaciones estéticas, que plasman su vivencia cotidiana de la sexualidad. La sociedad Moche, que existió entre los años 200 a.C – 700 d.C, era fundamentalmente “belicoso y militarista” (Solis, 2008) y estaba organizada jerárquicamente en tres estratos sociales (Señores,sacerdotes/sacerdotisas y el pueblo). Se evidencia entonces que, si bien el campo de los Moche incluía clases que mantenían relaciones de jerarquía, la posición ocupada por los agentes femeninos no demuestra necesariamente una dominancia masculina en un plano social; además en lo que respecta a la representación de la sexualidad, de acuerdo a lo consultado, los huacos eróticos resaltaban tanto la vulva comoel pene, aun cuando en la exposición visitada se exhibían en mayor número aquellos en los que figuraba una dominancia fálica. Estás expresiones culturales y representaciones sexuales se mantuvieron durante cinco siglos instauradas en el cuerpo de los agentes integrantes de la cultura Moche, a modo de disposiciones individuales y compartidas de pensamiento, acción y percepción (habitus y habitus declase).
Por otra parte y haciendo referencia al otro lado del mundo, en las sociedades de Oriente lejano, India y China, existía un fuerte enlace entre la religión y la sexualidad, estando esta última desprovista de limitaciones morales, motivo por el cual plasmaban con naturalidad las prácticas sexuales y las representaciones realizadas del falo y la vulva, algunas de ellas caracterizadas porla exageración en su tamaño, lo que refleja la importancia simbólica que se les adjudicaba. El campo cultural de estas regiones otorgaba un valor equitativo a lo masculino (materializado en el pene) y a lo femenino (materializado en la vagina) dentro de la sexualidad.
Y finalmente, las sociedades de Occidente, las cuales realizaron una construcción simbólica de lo femenino y lo masculino en lasexualidad que difiere a grandes rasgos con la de los grupos humanos ya citados. Para dar cuenta de esto es importante remitirse a la antigüedad de occidente, concretamente a Grecia y Roma, donde las representaciones de lo masculino y lo femenino estaban atravesadas por una diferenciación jerárquica que otorgaba preeminencia al falo. En estas civilizaciones era común la adoración al pene, que...
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