Fals Borda
Páginas: 11 (2736 palabras)
Publicado: 30 de octubre de 2012
Recordando A:
Jorge Camilo Torres Restrepo
En la historia de América latina encontramos los enfrentamientos y los desafíos de la década de los noventa, su camino estuvo sembrado de incertidumbres, obstáculos y conflictos agudos, Colombia que no era ajena a esto atravesaba por el peso de su deuda externa, que se traducía en la salida de recursosinsustituibles como pago de intereses a la banca internacional, también entre los debates entre civiles y militares a raíz de los problemas de violación de los derechos humanos durante las dictaduras militares recientes.
Las constantes presiones hicieron que personajes ilustres cambiaran de posición intelectual y política, aludiendo de que la gobernabilidad existente atentaba contra los principio delhombre. Estallo entonces una crisis social, económica y moral, más que nunca vista en la historia colombiana hasta entonces, observándose con claridad la fragilidad del sistema democrático.
Tal vez por esta y otras situaciones el sacerdote colombiano Camilo Torres, que encarno durante los años sesenta la vinculación de los cristianos con la revolución socialista en América latina, tomo la decisión depertenecer a estos grupos de izquierda.
Ciencia y revolución se conjugan en estudios como el de Orlando Fals Borda, en la intersección entre un modelo de análisis funcionalista que empezaba a hacer crisis y una estrategia de intervención cuya finalidad era alcanzar una “nueva objetividad”, que “derivada de la aplicación del método científico a realidades problemáticas y conflictivas”, llevara“en sí cierta tendencia a buscar salidas, a señalar alternativas y hasta a hacer admoniciones y llamadas a la acción.
Efectivamente, a la luz del proceso de conversión de Torres en guerrero, Fals Borda afirma que el recurso a la violencia de éste “encuentra su justificación en el orden social emergente, el que habrá de venir”, rebeldía que “llevaría a las masas populares encabezadas por nuevoslíderes rebeldes a considerar ilegítimo el uso de la violencia por tal gobierno, proclamando la rebelión justa o contra violencia”
Es de anotar que uno de los actores más vitales fue la comunidad eclesial, organización cristiana dirigida por laicos que se sentían comprometidos con el evangelio y con los pobres; a través del trabajo compartido y de la enseñanza de la doctrina cristiana, lascomunidades promovían la solidaridad comunitaria, la ayuda mutua, ampliando la conciencia de los habitantes pobres de campos y ciudades, así como la de introducir una visión más amplia de la vida y de sus derechos y deberes.
En esta medida las comunidades afirmaron un espacio político y social muy importante que se vio reflejado en las luchas sociales y políticas revolucionarias que sacudieron alcontinente americano, especialmente a Colombia.
La vinculación de Camilo Torres a la guerrilla, primero, y su muerte después, se vuelven un acontecimiento que es narrado en todo tipo de literatura eclesiástica, que, a su vez, forma parte de la discusión de varios de los Mensajes y Conferencias Episcopales
[Camilo] era todo lo contrario de un ideólogo, lo más parecido a un intelectual: por esodespertaba respeto, afecto; no ímpetus movilizadores(...) Camilo, es mi interpretación, fue fundamentalmente un académico, un investigador que se vio impulsado necesariamente por sus condiciones personales y la atmósfera de su tiempo, a la confrontación con la Iglesia, con los partidos tradicionales y finalmente con el ejército hasta su trágica muerte (Botero, 1991: 9)13.
Camilo Torres sigue dando dequé hablar en cuanto al estudio si actuó con razón o por simples impulsos. Lo que si queda claro es que dejo su huella en la historia social y por ende es de admiración tanto de sus seguidores como de sus enjuiciadores.
Hoy recordamos al sacerdote, al pensador y al líder guerrillero, solo tú puedes decidir con cuál de estos tres te identificas.
ORLANDO FALS BORDA
La trayectoria...
Jorge Camilo Torres Restrepo
En la historia de América latina encontramos los enfrentamientos y los desafíos de la década de los noventa, su camino estuvo sembrado de incertidumbres, obstáculos y conflictos agudos, Colombia que no era ajena a esto atravesaba por el peso de su deuda externa, que se traducía en la salida de recursosinsustituibles como pago de intereses a la banca internacional, también entre los debates entre civiles y militares a raíz de los problemas de violación de los derechos humanos durante las dictaduras militares recientes.
Las constantes presiones hicieron que personajes ilustres cambiaran de posición intelectual y política, aludiendo de que la gobernabilidad existente atentaba contra los principio delhombre. Estallo entonces una crisis social, económica y moral, más que nunca vista en la historia colombiana hasta entonces, observándose con claridad la fragilidad del sistema democrático.
Tal vez por esta y otras situaciones el sacerdote colombiano Camilo Torres, que encarno durante los años sesenta la vinculación de los cristianos con la revolución socialista en América latina, tomo la decisión depertenecer a estos grupos de izquierda.
Ciencia y revolución se conjugan en estudios como el de Orlando Fals Borda, en la intersección entre un modelo de análisis funcionalista que empezaba a hacer crisis y una estrategia de intervención cuya finalidad era alcanzar una “nueva objetividad”, que “derivada de la aplicación del método científico a realidades problemáticas y conflictivas”, llevara“en sí cierta tendencia a buscar salidas, a señalar alternativas y hasta a hacer admoniciones y llamadas a la acción.
Efectivamente, a la luz del proceso de conversión de Torres en guerrero, Fals Borda afirma que el recurso a la violencia de éste “encuentra su justificación en el orden social emergente, el que habrá de venir”, rebeldía que “llevaría a las masas populares encabezadas por nuevoslíderes rebeldes a considerar ilegítimo el uso de la violencia por tal gobierno, proclamando la rebelión justa o contra violencia”
Es de anotar que uno de los actores más vitales fue la comunidad eclesial, organización cristiana dirigida por laicos que se sentían comprometidos con el evangelio y con los pobres; a través del trabajo compartido y de la enseñanza de la doctrina cristiana, lascomunidades promovían la solidaridad comunitaria, la ayuda mutua, ampliando la conciencia de los habitantes pobres de campos y ciudades, así como la de introducir una visión más amplia de la vida y de sus derechos y deberes.
En esta medida las comunidades afirmaron un espacio político y social muy importante que se vio reflejado en las luchas sociales y políticas revolucionarias que sacudieron alcontinente americano, especialmente a Colombia.
La vinculación de Camilo Torres a la guerrilla, primero, y su muerte después, se vuelven un acontecimiento que es narrado en todo tipo de literatura eclesiástica, que, a su vez, forma parte de la discusión de varios de los Mensajes y Conferencias Episcopales
[Camilo] era todo lo contrario de un ideólogo, lo más parecido a un intelectual: por esodespertaba respeto, afecto; no ímpetus movilizadores(...) Camilo, es mi interpretación, fue fundamentalmente un académico, un investigador que se vio impulsado necesariamente por sus condiciones personales y la atmósfera de su tiempo, a la confrontación con la Iglesia, con los partidos tradicionales y finalmente con el ejército hasta su trágica muerte (Botero, 1991: 9)13.
Camilo Torres sigue dando dequé hablar en cuanto al estudio si actuó con razón o por simples impulsos. Lo que si queda claro es que dejo su huella en la historia social y por ende es de admiración tanto de sus seguidores como de sus enjuiciadores.
Hoy recordamos al sacerdote, al pensador y al líder guerrillero, solo tú puedes decidir con cuál de estos tres te identificas.
ORLANDO FALS BORDA
La trayectoria...
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