Falsedad

 Falsedad



Estaban haciendo prácticamente nada. Debido a la ausencia del profesor correspondiente a esa materia, otro docente reemplazaba el cargo y les había dado el rato libre para conversar, escuchar música con los audífonos o hacer cualquier otra cosa que no implicara un desorden mayor.
Estaba sentada en el penúltimo asiento de la fila junto a la pared, apoyando su espaldacontra ésta. Miraba al otro rincón de la sala con expresión aburrida, mientras dos chicas conversaban a su lado; Camila y Catalina; podía decir, sus dos únicas y reales amigas.
Miraba al grupo “popular” del curso, de chicos y chicas “a la moda”. Esos actualizados completamente en música, estilos y formas de vestir. Esos que son amigos de la mayoría de las personas, máquinas sociales, prácticamente.Aunque a pesar de todo esto, sus calificaciones no eran buenas, la impresión que los profesores tenían de ellos era pésima. Eran desordenados, irresponsables. Pero parecían siempre salir de la rutina, siempre innovar con algo nuevo, alguna idea que les cambiara siquiera un día. Parecían divertirse a pesar de las consecuencias que sus malos actos conllevaban.
Miró a sus amigas quienes conversabananimadamente sobre algún tema al que no le estaba prestando atención. Ellas, se podía decir, eran chicas comunes y corrientes. A ninguna le interesaba eso de la “moda” que tanto parecía interesarles a la mayoría de los adolescentes. No, ellas estaban contentas y satisfechas consigo mismas.
Suspiró mientras volvía a mirar a aquel grupo. Ella no estaba tan satisfecha consigo misma.
-Isidora,presta atención a lo que hablamos –le dijo Camila mientras ella y Catalina la miraban fijamente.
Isidora entonces fingió prestar atención a sus amigas.

Más tarde, mientras caminaba en dirección a su casa, pensaba; ¿Qué pasa si, para cambiar un poco su monótona vida, se volvía como ellos? Sabía que estaba mal, completamente mal; cambiar su forma de ser por algo que no era. Aparentar algo falso yesconder la realidad. Fingir que era alguien diferente sólo por pertenecer a una “moda” y divertirse junto a los demás chicos “populares”.
Pero podía cambiar su rutina, aquella monotonía que tanto aborrecía, cambiar e innovar sus días. ¿Qué importaba lo demás si podía dejar de vivir algo que odiaba?
Llegó a su casa, se sacó el uniforme escolar y miró cada rincón de su habitación. Iba a cambiardefinitivamente.
Botó los pósters de artistas de rock que se encontraban en las paredes de su habitación. Botó las poleras de bandas musicales del mismo género. Dejó en su armario sólo la ropa que consideraba adecuada para su nuevo y próximo estilo.
Tomó unas tijeras, y con una peineta en la otra mano, se dirigió al baño.
Después de cortar su pelo al estilo que la mayoría de esas chicas tenían, sedirigió hasta su computador. Por suerte tenía habilidad y el corte no había quedado mal. Nada de lo que podría arrepentirse.
Eliminó toda su música por completo, cambió su cuenta de chat por una con un estilo más a la “moda”. Cambió todo lo que le fue posible. Eliminó antiguas fotos, imágenes, etc. El cambio tenía que ser definitivo.

Al día siguiente se sintió secretamente contenta por laforma en que todos la miraban. El corte de cabello le había quedado realmente bien e incluso se sentía más bonita.
Durante clases se sentó apoyando la espalda en la pared y no hizo nada. El cuaderno –abierto y con los lápices en cima- tenía la hoja en blanco, sin siquiera la fecha del día. Sus amigas –o a quienes estaba pensando considerar ex amigas- estaban en el puesto detrás de ella copiandosistemáticamente la materia que dictaba el profesor.
Las ignoró.
Al recreo, estaba fuera de la sala pensando qué hacer. Sus amigas estaban a dos metros de distancia, mirándola con expresión confundida y preocupada. Sacó su reproductor de música y puso, a todo el volumen posible, el reggaetón que tanto estaba de moda.
El grupo de “chicos populares” se acercó a ella.

Pasaron alrededor de tres...