Falsos positivos
Es por ello que se respira en los pasillos de la Casa de Nariño, una urgencia por “mostrar resultados”, por seguir la batalla mediática para demostrar que realmente el Estadocolombiano, con un “macho” con los pantalones bien firmes a la cabeza, realmente está ganando esa guerra que parecía imposible de ganar. Y para ganar esta guerra mediática, el Estado colombiano no se hace elangosto a la hora de gastar en propaganda: del presupuesto nacional del 2007, $12.800.000.000 se gastaron en propaganda, un 42% de lo cual fue succionado directamente por el Ministerio de Defensa parala propaganda belicista[1].
Ese sistema de estímulos, en el marco de la estrategia de cooperación cívico-militar del actual gobierno, se ha traducido también en la creación de una extensa red deinformantes (o “sapos” como se les llama coloquialmente) que colaboran con información a cambio de unos cuantos “pesitos” –que pueden ir de unos $5.000 por entregar un cilindro-bomba hasta muchos miles demillones por dar información sobre algún miembro del secretariado de las FARC-EP. Esto ha llevado a una degradación del conflicto al más puro estilo del Far West: el caso más repugnante fue el...
Regístrate para leer el documento completo.