Familia y sociedad en Chile

Incidencia de la educación gratuita en la familia chilena
INTRODUCCIÓN
Las movilizaciones estudiantiles han logrado instalar, después de más de diez años de activo trabajo en las calles, el debate sobre la necesidad de crear en Chile un sistema de educación público, gratuito y de calidad, al igual que el que existe en la mayoría de los países latinoamericanos.
El debate que se iniciapondrá muchos temas sobre el tapete, pero, al parecer, dadas las mayorías que están apoyándolo, parece que sin lugar a dudas se establecerá un sistema educativo público, gratuito y de calidad.
En este ensayo nos proponemos indagar qué incidencias tendrá el nuevo sistema en la familia chilena.
DESARROLLO
En un estudio entregado por el Ministerio de Educación, (2012)1, se indica que en los últimos30 años, la matrícula de pregrado pasó de 165 mil estudiantes, a principios de los años 1980, a una matrícula superior al millón de estudiantes en 2012.
En Chile hay un total de 59 universidades. De ellas, 25 forman parte del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), de las cuales, 16 son estatales y 9 son particulares. Las restantes 34 universidades son privadas.Adicionalmente, en Chile existen 46 Institutos Profesionales, que son de carácter privado, y que otorgan títulos profesionales o técnicos, pero no grados académicos.
A simple vista pareciera que el Estado haría una buena inversión al proporcionar educación gratuita, pues una persona convertida en profesional o técnico calificado tendría una remuneración mayor que la que obtendría si siguiera una ciertapredestinación dada por la condición social de su grupo familiar. Al convertir a esa persona en una generadora de recursos económicos, el Estado ganaría un mejor contribuyente, que pagaría mayores impuestos y que se convertiría en un consumidor de productos que a su vez pagarían otros impuestos.
Por otra parte, la ciudadanía ve que los grandes recursos, la riqueza del territorio nacional, producenbienes que no son distribuidos de modo equitativo para todos. No nos referiremos a las diferencias entre el sueldo mínimo y lo que gana un profesional; porque la distribución de la riqueza en el 99% de la población es casi lo que podría creerse lógico.
Un reciente estudio de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile descubre algo más aberrante: Que el 1% de la población sequeda con el 30% del ingreso del país.2
La riqueza del territorio impulsa, entonces, los sueños de quienes creen que el Estado tiene los recursos necesarios para aliviar las necesidades de su población, en este caso, el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad para todos.
Enfrentados a esta clara realidad, podemos concluir que el Estado sí podría llegar a estar en condiciones definanciar una educación pública, gratuita y de calidad para ese millón o más de estudiantes.
Pero es necesario, entonces, reflexionar sobre la educación a la que deberíamos aspirar.
Hasta el momento, el centro de la discusión a nivel nacional se ha centrado en la educación superior, pero hay que aceptar que, si se va a trabajar en serio por tener un sistema educacional gratuito, éste deberáabarcar a toda la educación, desde la sala cuna hasta sus últimas etapas.
La desigualdad ha existido siempre y esta desigualdad ha provocado que no tenga el mismo nivel de conocimientos quien estudió su Educación Básica y Media en un colegio particular de calidad a quien lo hizo en una Escuela Municipal. Al llegar el alumno a la universidad, el sistema constata esta realidad y trata de enfrentarladestinando uno o dos semestres a nivelar al estudiantado, al menos en lo que a expresión oral y escrita del lenguaje y a la comprensión de lectura se refiere.
Esta desigualdad de base pareciera ser insalvable y estaríamos frente a una generación completa que deberá resignarse a vivir la realidad que le tocó.
Otra cosa es lo que podrían obtener las generaciones que vienen, si la ciudadanía...