Fanfiction
-Esto es espantoso –susurró Mikaella Rogers mientras bajaba con ímpetu el periódico-. Me es completamente irracional y estúpido que no puedan atrapar a unos simples y asquerososmortífagos. ¿Tan difícil será?
Dylan, quien se encontraba sentado en uno de los columpios de un amplio parque de la lejana y placentera localidad de Tenesse, torció la boca en un gesto de contrariedad; lacoronilla de su cabello brillaba en contraste a los fuertes rayos solares del medio dia de Texas.
-Trata de ponerte en su lugar, Mika. Damos por sentado que los mortífagos son antiguos seguidoresde Quién-Tú-Sabes y por lo tanto sus conocimientos por la magia oscura superan con creces el de muchos que pretenden ser como Él. Los aurores solo intentan hacer su trabajo.
-“Intentan” –repitióla muchacha con un seco bufido-. Intentar no es suficiente. ¡Te he leído la nota, Dylassus! Muchas desapariciones, muertes, catástrofes. Siempre he dicho que el Ministerio es como el gobiernoMuggle. Mucha palabra, poca acción. Y el mal sigue creciendo.
-Inciso uno: No hablan de muertes. Inciso dos: ¡No me llames por mi nombre! Sabes que Dylan es más que suficiente. Sigo diciendo quedeberías ponerte en su lugar…
-¡Eres exasperante! –chilló Mika mientras lanzaba el periódico por los aires y se inclinaba hacia adelante y hacia atrás para mecerse; el chirrido de las cadenas sematerializó, y su vestido floreado, con encajes azules de un tono elegante y cálido, ondeó en el aire-. No por el hecho de que quieras ser auror amerita a la acción de justificar sus faltas. Además, queno hablen de muertes no significa que no hayan. ¿Crees que si alguien muere a manos de uno de estos mortífagos, mismos que ni el Ministerio ni la famosa oficina de Aurores han podido atrapar, lo...
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