Fantasmas De Palacio
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EN un palacio muy grande vivía solo un fantasma muy pequeño. Y EL pequeño fantasma decía: —¡Estoy aburrido! ¡Estoy muy aburrido! A VECES golpeaba el suelo con el pie. A veces daba puñetazos en la mesa con las dos manos. A veces lloraba de pena.
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La mayoría de los fantasmas no pueden hacereso: no pueden llorar ni reír; no pueden golpear el suelo con los pies ni dar puñetazos en la mesa. Sólo saben vagar como espíritus a medianoche y hacer «uuuh». Y eso es tonto, muy tonto. Pero el pequeño fantasma no era tonto. Al contrario, era muy listo. Por eso, se secó las lágrimas con un pliegue de fantasma y dijo: —¡Basta de llorar! Llorando no se consigue nada. Tengo que hacer algo. Haciendoalgo, se remedian las cosas. Me buscaré un amigo. EL pequeño fantasma se hizo un nudo en el pliegue superior. Lo hacía siempre que tenía que pensar mucho.
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—¿Dónde podría encontrar un amigo? ¿En el pueblo? En ese caso, yo tendría que vivir en el campanario. Pero allí viven los murciélagos y los fantasmas del pueblo. Además, en el campanario está la campana, y MI sonido me marea. ¿Tal vezen la ciudad? No; en la ciudad viven los fantasmas de la ciudad; además, hay muchos coches, y los coches echan un olor que apesta. ¿Quizá en el bosque? No; en el bosque viven los fantasmas del bosque.
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Y en la pradera viven los fantasmas de la pradera. El pequeño fantasma dio vueltas y más vueltas a este problema, hasta que le empezó a doler el nudo del pliegue, de tanto pensar. —¡No! —dijoen voz alta. Yo no soy un fantasma de bosque ni un fantasma de pradera. No soy un fantasma de pueblo ni un fantasma de ciudad. Luego, sacó de la estufa un trozo de carbón y comenzóla escribir: «Yo soy un fantasma de palacio y me quedaré aquí». SE sentó en su hamaca, comenzó a balancearse y gritó: —¡Amigo! No me iré a vivir contigo. Te traeré a vivir aquí. Luego, recorrió todo el palacio, volandocon la rapidez del rayo. Fue del salón amarillo al rojo, del salón rojo al verde, del salón verde al azul.
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En el salón azul había colgados muchos cuadros con retratos. El pequeño fantasma bajó de la pared un retrato y le dio la vuelta. Fantasma de palacio solitario, harto de estar aburrido, busca amigo simpático y divertido. no terminó de escribir. —¡Alto! Tengo que encontrar algo más corto.Si pongo un texto tan largo se me va a salir del marco.
PERO
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Borró las palabras con saliva de fantasma y garabateó: Querido amigo, yo te busco a ti. Ven al palacio y encuéntrame a mí. ¡Demasiado largo todavía! El pequeño fantasma escupió otra vez y escribió de nuevo: Habitante de palacio se busca urgentemente —Con esto basta -dijo el pequeño fantasmaAnuncios y sinsabores, cuanto máscortos, mejores Salió por la ventana, cruzó como un relámpago el parque del palacio y llegó a la carretera general. —Por delante, el retrato de un caballero; por detrás, un letrero -dijo con una sonrisa-. Lo pondré donde empieza el camino del palacio.
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Allí podrá verlo todo el mundo. LUEGO, el pequeño fantasma regresó a su palacio volando. Se acurrucó en el balcón y esperó Y mientras esperabapensó: «Estoy intrigado por conocer a mi amigo». AL cabo de un rato volvió a pensar: «Estoy, realmente, muy intrigado Y AL cabo de otro rato: «Jamás un fantasma ha esperado tan intrigado a un amigo». la carretera general, los coches pasaban rugiendo. El pequeño fantasma esperaba. Poco a poco fue perdiendo la paciencia. ¿Por qué pasaban todos de largo? ¿No sabían leer? ¿Por qué no se detenía ninguno?¿No había nadie que quisiera vivir en su palacio? ¿O tal vez tenían
POR
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miedo a los fantasmas? —¡No os haré nada! -gritó el pequeño fantasma. Pero nadie oyó lo que decía. Hizo señas con todos los pliegues. Pero nadie vio sus gestos, pues el pequeño fantasma era invisible de día, como si estuviera hecho de aire. —No viene nadie -dijo decepcionado el pequeño fantasma-. ¿Será porque mi...
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