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Revisar las primeras publicaciones que hicimos en las redes sociales es un viaje hacia nuestro pasado, pues nos muestra cómo han transcurrido los años.Son como un álbum de fotos en el que registramos los cambios físicos, las relaciones sentimentales por las que hemos pasado, los diferentes amigos que hemostenido y hasta los cambios de personalidad y de intereses.

Para Paola Hincapié, directora de Social Media en Agencia El Grifo, la madurez en las redes seexpresa en qué tanto se comparte la vida íntima.

"La generación de los 30 para arriba es más consciente del tema de la privacidad y documenta solo lopublicitariamente correcto, pero los adolescentes son más arriesgados para lanzar opiniones y para contar su vida".

El usuario le da vida a la red y deja unahuella en sus cuentas cuando madura. Mientras los más jóvenes publican sus salidas, sus dolores o sus relaciones, los mayores escriben sobre sus opinionespolíticas o de otros asuntos trascendentales.

Mirar lo que hacíamos en el pasado en ocasiones avergüenza, por la ingenuidad o por haber defendido causas en las quese deja de creer, pero "la gente prefiere recordar y reírse de sí mismos que borrar las publicaciones viejas", agrega Paola.

Y las redes no solo sonimportantes para registrar la vida personal, sino que también, en un futuro, serán una herramienta para recordar las estéticas de las ciudades, además de mostrarcómo se vestía y peinaba la gente o cuáles eran las problemáticas del país en un momento determinado, papel que los medios de comunicación cumplían hasta ahora.