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Siglo XV > 1490-1499 > 1493


Carta de Cristóbal Colón a los Reyes Católicos anunciando el descubrimiento del Nuevo Mundo.
4 de marzo de 1493.





Cristianísimos e muy altos e muy poderosos príncipes:

Aquel eterno Dios que a dado tantas victorias a V. Al., agora les dio la mas alta que hasta hoy a dado a príncipes. Yo vengo de las Indias con la armada que V. Al. Me dieron,adonde yo pasé en treinta y tres días después que yo partí de vuestros reinos; e los catorce d' estos treinta y tres fueron calmerías en que anduve muy poco camino. Hallé gente sin número y muy muchas islas, de las cuales tomé posesión en nombre de V. Al., con pregón real e bandera real de V. Al. extendida; y no fue contradicho.

A la primera puse nombre la isla de San Salvador a memoria de su AltaMajestad; a la segunda, de Santa María de Conçibiçión; a la tercera, Fernandina; a la cuarta, la Isabela; a la quinta, la Juana, y a las otras así nombre nuevo. Después que yo llegué a la Juana, seguí la costa de ella al poniente y la hallé tan grande, que yo pensé que no sería isla salvo tierra firme y que sería al provincia del Catayo, ni podría a ver d' ello noticias, porque en todo cavo dondeyo llegaba huía la gente y no podía a ver habla.

Y porque no podía haber fallado población notable, creía que, andando por costa, no podría herrar de hallar alguna villa o gran ciudad, así como cuentan aquellos que en estado por tierra en la dicha provincia. Y después que seguí mucho esta tierra, hallé que yo dejaba el poniente y me llevaba al setentón, y hallé el viento que de allá venía,con el cual no quise porfiar fasta que pasase y viniese otro, porque ya era el invierno encarnado, y no tenía el propósito sino de huir del al austro. Y así tomé la vuelta atrás en este medio. Ya entendía algo de la fabla y señas de unos indios que yo avía tomado en la isla de San Salvador, y entendía que todavía Hera ésta isla.

Y así vine en un muy buen puerto, del cual envié dos hombre latierra adentro tres jornadas, con uno de los mismos indios que yo traía, el cual avía tomado amistad conmigo, porque viesen y supiesen si avía ciudades o grandes poblaciones, y qué tierra era y qué avía en ella. Hallaron mucha poblaciones y gentes sin número, mas no cosa de gran regimentó, y así se volvieron. Yo partí y tomé, en el dicho puerto, ciertos indios, porque también yo pudiese de losentender o comprehender de las dichas tierras. Y así seguí la costa de la mar d 'esta isla al oriente ciento y siete leguas, hasta donde hacía fin.

Y antes que yo d'ella partiese, yo vida otra isla al oriente, distante d'esta diez y ocho leguas, a la cual luego llamé la Española. Y me fue luego a ella y seguí su costa de la parte del septentrión, así como de la Juana, siempre recta línea al orienteciento y ochenta y ocho leguas bien grandes. Y surgí en muy muchos puertos, en los cuales y en todos los otros de las otras islas puse una grandísima cruz en el lugar más idóneo, y obe en muchos lugares lenguas.

Abasta que yo anduve así fasta diez y seis días de enero, que yo determiné de volver a V. Al., así por ayer ya fallado lo más de lo que yo deseaba, como porque ya no tenía salvo unacarabela, que la nao que yo llevé avía dejado con la gente en la villa de la Navidad de V. Al., fortaleciéndose en ella, como después diré; y la otra carabela uno de Palos, a quien yo avía dado cargo d' ella esperando buen servicio, se me avía ido con ella, con pensamiento de tomar mucho oro de una isla de la cual avía dado nuevos un indio, que con él yo (¿?) después hacer lo que bien viniese.

Lamar es la más dulce para navegar que ay en el mundo y con menos peligros para nao y navío de toda suerte, mas para descubrir las carabelas pequeñas son mejores, porque andando junto con tierra y con ríos a menester, para descubrir mucho, que demanden poco fondo y se ayuden de remos. Ni ay jamás tormenta, que veo en todo cavo adonde e estado la yerba y los árboles hasta dentro de la mar....