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Conclusión
El constante bombardeo de modas, idiomas, películas, gustos, preferencias, todo esto ha cambiado la identidad del costarricense, y no es pensar que los culpables sean solo los de undeterminado país; como para decir Estados Unidos, sino que se trata de influencias de Europa, China, Oriente, etc. Pero el problema no redunda en los cambios interculturales sino más bien, en la falta deidentidad del costarricense, en su cambio de mentalidad. No se puede decir que las modas “nos obligan a usarlas”, ni que un gusto es impuesto, son decisiones, actitudes y aptitudes. Así que estollamado globalización, tal parece ser que si bien es un avance también es concepto que está debilitando los valores, porque primordialmente debilita la identidad. El costarricense sea empecinado a unacultura llena de valores “de afuera” y que por más décadas que pasen se continúa con ese pensar, que destruyo pueblos enteros y que los sometió a una colonización.
Todavía nos dejamos llevar por lasinfluencias de otros, se está dispuesto a seguir sus modelos de vidas, sus conceptos, su cultura y demás o por lo menos a tratar de imitarla.
Ya en la actualidad no hace falta de las colonizaciones yde que se nos obliguen a sumisión. Ahora nosotros mismo nos sometemos sin darnos cuenta, perdiendo nuestra esencia, nuestras raíces. No se hablan más los dialectos de nuestros indígenas, pero si seexige el idioma de otros países para “poder interactuar con ellos”.
El constante anhelo de ser semejante a “Los dioses de barba blanca”, está volviendo un caos a la sociedad, dejándola sin identidad,perdiendo lo más valioso. Lo único que aún no ha sido ultrajado es la identidad nacional, nuestros símbolos patrios, el patrimonio costarricense, es lo que aún se conserva de nuestros antepasados.Quizás estos elementos puedan devolver la identidad de cada individuo, quizás recuerden la importancia de las familias, del ser diferente sin excluirse de la sociedad, sino de aprender a tener una...