Fecundación in vitro ¿fuente de vida o de muerte?
El mal uso de los saberes y de los poderes acecha constantemente, y usualmente por irreflexión, a todas las ramas del saber humano. Así, la mayor parte de las dificultades de la ciencia – particularmente la ciencia médica de la que me deseo ocupar en las siguientes líneas – provienen del carácter inacabado de sus conquistas, en las que potencia eimpotencia se entremezclan, y donde un progreso adquirido recela siempre de las zonas de retraso, de los núcleos de misterio; son puertas cerradas con las cuales tropiezan permanentemente los científicos; y que, cuando son por fin derribadas, dejan paso a otras, todavía con más cerraduras. La ciencia queda siempre inestable respecto a las nuevas preguntas que una respuesta ha hecho surgir: lasclaridades que difunde quedan cercadas de sombras y silencios opacos; lo conocido y lo ignorado entrecruzan sus hilos y cuando los problemas se resuelven o cambian, suelen engendrar peores objeciones que las que acaban de invalidar.
De esta manera, la ciencia padece de una ambivalencia intrínseca, que es también la del hombre: el progreso que envía satélites a las estrellas y pone al descubiertolos misterios de la genética, no ha conseguido arrancar del alma humana los instintos de la bestia, y estos se han manifestado siempre, periódicamente, entregándose a todos los excesos permitidos por los medios de la época. Las nuevas técnicas escriben con monstruosas letras, las palabras de bien y de mal que su contradictoria habilidad ejerce: la genética cuya explotación no ha hecho más queempezar, permite abrigar la esperanza de que el hombre se verá, alguna vez, librado de sus más temibles enfermedades, pero abre también las perspectivas – espeluznantes de por sí – de una nueva industria humana que surtirá de partes de repuesto a otros seres.
Así pues, no se puede afirmar que la ciencia – particularmente la ciencia médica – es capaz de todo pero sí que está preñada de problemas creadospor ella misma y que son de dos clases: unos dimanan de las repercusiones que las técnicas tienen sobre las costumbres y otros son inherentes a las actividades propias de la ciencia.
En este contexto, no es un secreto para nadie que la píldora anticonceptiva modificó el comportamiento sexual de las jóvenes y de esta manera, la libertad de las parejas efímeras en la promiscuidad de la juventud,hizo – y hace – galopar a los microbios con el amor; y el número de infecciones de transmisión sexual – la mayoría de las cuales es mal curada o desatendida – es responsable de una casi duplicación de esterilidades por obstrucción de las trompas de Falopio; entonces, la ciencia, para reparar – mediocremente – lo que provocó indirectamente con la píldora ofrece la Fecundación in vitro contransferencia de embriones (FIVET) y se completa el círculo vicioso pues esta gravosa inversión técnica halla su justificación, precisamente en la relajación de costumbres a cuyo servicio se consagra. Desde mi punto de vista se trata de un doble atentado contra nuestra frágil naturaleza: la invitación a la promiscuidad para empezar, y luego la chapuza para que podamos seguir tirando.
Para corroborar loafirmado, las realizaciones de las técnicas tropiezan constantemente con obstáculos que no son otra cosa que sus propios artificios los mismos que se ve obligada a superar Así la victoria obtenida sobre la esterilidad viene amarrada a problemas nacidos de ella misma y apilados unos sobre otros: nuestra impotencia para prevenir con eficacia las enfermedades de transmisión sexual es la causa de quemuchas mujeres sean víctimas de la obstrucción de las trompas de Falopio y por no saber reparar esas obstrucciones, nos vemos obligados a efectuar una punción para la obtención de óvulos y aparearlos con los espermatozoides; por las escasas probabilidades de conseguir un embarazo con un solo óvulo, debemos obtener unos cuantos, sometiendo a la madre a una doble agresión, hormonal primero y...
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