Fecundacion
¿Por qué la Iglesia se opone sistemáticamente a la clonación, a la fecundaciónin vitro? ¿Por qué se opone a que se aplique la tecnología en la eutanasia? ¿Por qué se niega a la manipulación de células madres embrionarias, o al alquiler de úteros? ¿Por qué se oponea un acto -aparentemente- tan humanitario, como el de crear un “hermano medicamento” para salvar la vida de un niño que, indefectiblemente, habrá de morir si no se recurre a esta instancia?
¿No demuestra con esto la Iglesia, que lo que sus detractores dicen de ella, que es una sociedad arcaica, perimida, y pasada de moda es cierto? ¿No debería la Iglesia, en pos de una aceptación del mundomoderno, revisar –y cambiar- una posición que es, aparentemente, anticuada, retrógrada, y contraria al progreso de la humanidad?
La respuesta a todas estas preguntas pueden articularse en tres grandes ejes: el valor inconmensurable de la vida humana, la dignidad de la persona humana, y la grandeza del amor esponsal.
Es para respetar el valor inestimable que como persona humana tiene el cigotounicelular, que la Iglesia se opone a la fecundación in vitro –y a la clonación, al alquiler de úteros, a la generación de “hermanos medicamentos”, etc.-, porque en esta técnica, por cada embrión viable para implantar, deben descartarse diez, veinte, o más y, en el mejor de los casos, si no se los descarta, se los debe congelar, lo cual constituye un atropello a la dignidad y a los derechos humanos deestas personas-embriones, traídos al mundo sin la mediación del amor de los esposos. En otras palabras, no se justifica, por pretender engendrar un hijo, la eliminación –o congelación- de diez, veinte, o más hermanos suyos. No se justificaría ni siquiera si fuera un solo embrión el descartado o el congelado, ya que lo que se tiene en cuenta es la condición de persona humana de cada embrión porseparado, sin importar la cantidad total de embriones fecundados.
Pero en este caso, además de eliminar o congelar a los hermanos del embrión seleccionado, avasallando el derecho a la vida que cada uno tiene, se avasalla otro derecho humano del embrión, y es de nacer en el ámbito del amor esponsal. En efecto, cada ser humano, por su dignidad intrínseca, más allá de su condición racial, de su edad,de su sexo, de sus cualidades, muchas o pocas, tiene DERECHO a nacer el ámbito del amor de los esposos, es decir, como “consecuencia” del acto sexual reproductivo entre el esposo y la esposa, que es unitivo y procreativo a la vez; cada ser humano tiene derecho a nacer como fruto del amor de los esposos, comunicado en el acto reproductivo realizado en el ámbito del matrimonio, y no como resultadode un frío proceso aséptico, llevado a cabo en el ámbito de un laboratorio.
Ésta es la razón por la cual la Iglesia se opone principalmente a la fecundaciónin vitro –además de otras consideraciones de orden moral, como la violación al Sexto Mandamiento-, y el argumento es el mismo para la oposición a la clonación, al alquiler de úteros y a la generación de “hermanos medicamentos”: en todos estoscasos, se produce un doble avasallamiento de los derechos humanos de la persona-embrión: si se lo hace vivir, en el caso de un embrión “viable”, no se respeta su derecho inalienable, fundado en su dignidad de ser persona humana, a nacer en el ámbito del amor de sus padres –padre y madre, papá y mamá-, lo cual implica el haber sido deseado como hijo, y nacer como fruto de un amor esponsal, el cuales, junto al amor de madre, el amor más noble y alto entre los legítimos amores humanos.
Por otra parte, cuando se recurre al "cientificismo irracional" -lo cual es una paradoja, porque el cientificismo se vanagloria, precisamente, de ser "racional"-, se da a lugar a situaciones vitales que no encuentran respuesta, ni la podrán encontrar jamás. Por ejemplo: ¿dónde están la madre y el padre de...
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