Federico Froebel

Módulo 8 – Curso E-DC-8.1.: El Desarrollo Comunitario desde un enfoque Antropológico Social Mayo 2008

4. Marco Referencial para un
Enfoque Antropológico de la
Familia
En cuanto al papel del núcleo familiar en el ‘desarrollo’ – si seguimos utilizando este concepto tan ‘desarrollado’ en tantos sentidos controversiales – se ha escrito mucho.
Indudablemente el ambiente familiar es decisivo, esdeterminante, es facilitador, es…, sin embargo también lo es nuestra concepción inicial de ‘familia’. Y en cuanto a concepciones habrá muchas diferencias. Para ilustrarlo sólo dos expresiones, para su comparación y ‘significación’:

• La familia – madre, padre, hijas/os – como núcleo de la sociedad.
• La persona, integrada en un hogar, y éste a la vez en la comunidad, como base paratodo tipo de socialización.
Ya vemos que el asunto no es tan fácil. ¿Qué es una familia? ¿Qué importante son, o no son, los lazos de sangre?

Con el presente capítulo se pretende presentar aportar, siempre para su discusión crítica, logrando un intercambio productivo, también partiendo de nuestras propias
experiencias, una concepción propia y contextualizada del asunto. Los contenidos estándistribuidos en dos sub -temas. En el primero se abordan conceptos generales. Posteriormente se profundiza en los enfoques antropológicos y filosóficos de la familia.

4.1. CONCEPTOS REFERENCIALES
Los contenidos de este sub -tema están basados en un aporte de María Eugenia Espronceda Amor incluido–Materiales de Antropología Sociocultural del Departamento de Sociología, Facultad de Filosofía,Historia y Sociología de la Universidad de La Habana.

Conceptos referenciales para un enfoque antropológico de la familia y el parentesco.

“Mamá” y “papá” son, sin lugar a dudas, las dos palabras más esperadas cuando ya el niño parece empezar a articular sonidos. El reconocimiento del ‘yo’ a diferencia del ‘ustedes’ constituye una razón convincente de la manera en que vamos organizando el mundoafectivo de las personas que nos rodean. Tíos, abuelos y primos van surgiendo como etiquetas de identificación para advertirnos que estamos rodeados de otros y, sin apenas darnos cuenta, todas estas figuras seguirán acompañándonos, de alguna forma, a lo largo de nuestras vidas. El mundo de los afectos, añorado y socorrido, inicia y cierra el ciclo de vida de los humanos hasta el fin de sus días.La familia, uno de los términos de más cotidiano uso es el sostén de apertura al mundo social. Sus cualidades, naturaleza y funciones constituyen el primer grupo a través del cual nos insertamos en el sistema de relaciones sociales. La certeza de su existencia y la recurrencia a la búsqueda de refugio por agresiones o conflictos con otros, que no son nuestros parientes, hace de ésta la másprotectora de las instituciones sociales. Nos parece de una absoluta naturalidad nombrar a cada uno de nuestros parientes mediante términos de parentesco. Hijos de dos agrupamientos de personas - los del lado de la madre y del padre – hemos garantizado por transmisión social ir y venir entre parientes maternos y paternos sin distinciones que no sean las propias resultantes de los afectos. La constelaciónque aglutina a la parentela se irá reproduciendo generación tras generación para garantizar la reproducción social y la propia humanidad.
La certeza de lo anterior es la razón para múltiples reflexiones acerca de la familia en nuestros contemporáneos. La búsqueda de significados en las acciones de nuestra parentela y la embestida de la modernidad nos han introducido en un discurso crítico acercade la naturaleza de dicha institución o agrupamiento. La obstinada referencia a la afectividad, a la que nos aferramos ante conflictos con nuestros parientes, no deja cobertura a la racionalidad. Somos hijos, nietos, sobrinos y primos no por elección y ni siquiera escapamos a la predeterminación teleológica de los otros por consecuencia de algo que se nos escapa a nuestra propia decisión: el...