Federico nietzche
La rebelión de los esclavos en la moral comienza cuando el “resentimiento” mismo se hace creador y engendra valores: el resentimiento de estos seres a quienes laverdadera reacción, la de acción les está prohibida y no encuentra compensación sino una venganza imaginaria. La moral de los esclavos opone desde el principio un “no” a lo que no forma parte deella misma. La moral de los esclavos tiene siempre y ante todo la necesidad, de nacer, de un mundo contrario y exterior; les hacen falta, para hablar fisiológicamente, estimulantesexteriores para desarrollar su acción; es fundamental una reacción.
Lo contrario sucede cuando la apreciación de los valores es la de los señores. Cuando el sistema de apreciación aristocráticase equivoca y peca contra la realidad, lo hace en una esfera que no les es suficientemente conocida, una esfera que desdeña, la del hombre común, la del pueblo bajo.
Mientras que el hombrevive lleno de confianza y de franqueza para consigo mismos, el hombre del resentimiento no es ni franco, ni ingenuo, ni leal consigo mismo. Toda raza compuesta de hombres del“resentimiento” terminara necesariamente por ser más prudente que cualquier otra raza aristocrática.
El mismo resentimiento, cuando se apodera del hombre noble, se acaba y se agota por una reaccióninstantánea, por lo que no “envenena”; el resentimiento no estalla completamente, mientras que en los débiles y en los impotentes será inevitable.
Si nos representamos al enemigo tal y como loconcibe el hombre de resentimiento, se comprobara que este es su creación propia: ha concebido “al enemigo malo”, “ el maligno” en cuanto concepto fundamental y a este concepto le opone unaantítesis “ el bueno”, que no es otro que el mismo. Una vez que hayamos dejado de temer al hombre habremos también dejado de temerle, de venerarle, de esperar en el, de querer con él.
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