Felipe Cubillos
Martes 16 de Agosto de 2011
Voy a sostener una visión optimista de la crisis en que está sumida nuestra sociedad; es que creo que es tan profunda, quepor lo mismo representa una gran oportunidad para hacer los cambios que se necesitan.
Mi impresión es que la crisis que estamos viviendo es mucho más extensa que la crisis de la educación, y porcierto harto más compleja que la discusión acerca del lucro en la enseñanza superior. Cierto, es también una crisis de la educación, pero como una segunda derivada. O sea, con una educación donde el 80%de los trabajadores chilenos no entiende lo que lee es muy difícil que construyamos, de verdad, la sociedad de oportunidades que soñamos.
Es que tenemos dos crisis simultáneas, una política y otrasocial. Y todo confundido con la protesta estudiantil, que toma ambos elementos, les agrega los suyos y nos confunde a todos. No estamos discutiendo, creo yo, lo esencial, y nos estamos concentrandoen lo accesorio.
Es una crisis política, porque nuestros líderes ya no creen en ellos y se sienten deslegitimados, y ni siquiera creen en lo que sostuvieron por tantos años. Escuché por muchotiempo a los últimos presidentes de la República sostener —con orgullo, diría yo— que nuestros estudiantes universitarios eran en un 70% primera generación de profesionales. Todos sabemos que ese mérito esprecisamente de las universidades privadas, hoy cuestionadas por todos.
Y como los políticos ya no creen en ello, se les ocurre que la solución es un plebiscito. ¿Se pondrán de acuerdo algún día,digo yo, en cuál será la pregunta a plebiscitar? Nuestra democracia representativa podrá tener espacio para muchos perfeccionamientos, pero es definitivamente mejor que la democracia popular, sobretodo cuando las decisiones se toman con la presión de las protestas en la calle.
La segunda crisis es social. Las familias más humildes están enfrentando una inflación distinta de la que muestran...
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