Felipe Derblay

Dedico el presente trabajo a mis padres que me vieron nacer y que su enseñanza y sus buenas costumbres han creado en mi sabiduría haciendo que hoy tenga el conocimiento de lo que soy.

INTRODUCCIÓN
FELIPE DERBLAY
EL NOVELISTA JORGE OHNET
Jorge Ohnet, el autor de El dueño de las herrerías, es uno de los novelistas franceses del siglo diecinueve y comienzo del actual con mayor acceso al granpúblico. Cuenta para ello con su notable habilidad para describir los ambientes en que tienen lugar las historias, así como para crear situaciones conflictivas.
Diferente de los románticos, de quienes los separan pocos años, tiene en común con ellos el hálito sentimental y la preferencia por las soluciones truculentas que lo hacen bordear continuamente el folletín.


FELIPE DERBLAY
ELDUEÑO DE LAS HERRERIAS
CAPITULO I
Es el castillo de Beaulieu una construcción estilo Luis XIII, que se compone de in cuerpo principal y de dos alas.
Está construido con piedras blancas y ladrillos. Los tejados puntiagudos de las alas están coronados por altas chimeneas talladas, de mucho carácter. Una amplia terraza, de quinientos metros de longitud, rodeada de balaustrada roja de gres, seextiende ante el castillo formando arriate.
Se desciende a ella por una escalinata, de ocho peldaños, cuya parte interior forma gruta. Trepan a lo largo del barandado de hierro forjado guirnaldas de flores, ofreciendo a la mano de quien desciende un apoyo perfumado.
Esta terraza, orientada hacia el mediodía, es en el otoño, un lugar de paseo delicioso. El panorama desde allí resulta encantador. Elcastillo, situado sobre la colina que se enfrenta con los viñedos y las canteras de Pont-Avesnes, está rodeado de un parque de treinta hectáreas que desciende en suave pendiente hacia el valle. La fábrica del señor Derblay ha disminuido un tanto la belleza del paisaje y ha perturbado el recogimiento del campo. Pero, tal cual se encuentra todavía, aquella morada es de las más envidiables.
Hapermanecido, no obstante, desierta durante muchos años. El marqués de Beaulieu, habiéndose encontrado, hacia 1845, a los veinte años de edad, dueño de una inmensa fortuna, comenzó a llevar en París una vida de gran prodigalidad.
Su joven mujer, hija del duque Bligny, poseía un alma cariñosa y un espíritu tranquilo. La luna de miel de alma cariñosa y un espíritu tranquilo. La luna de miel de los jóvenesesposos duró tres años. Aquellos era muy honrado para un hombre como el marqués. De su matrimonio nacieron dos hijos. Un niño y una niña Octavio y Clara crecieron educados por su madre. El heredero, con toda seriedad, para que pudiera llegar ser un hombre útil. La hija delicadamente, para que fuese el encanto de la existencia de aquél a quien llegara a amar.
Por un raro capricho de la naturaleza,era el hijo la imagen viviente de su madre. Dulce, cariñoso y alegre; mientras que la hija tenía el carácter impetuoso y ardiente de su padre.
Al avanzar en edad, Octavio llegó a ser el muchacho amable que prometía. Clara fue la soberbia y altiva muchacha que su nacimiento anunciaba.
Sin embargo, pronto llegó a ellos un compañero llevado por la desgracia y el luto. Tratado como un tercer hijo,creció Gastón junto a Octavio y a Clara. De más edad que ellos, llevaba ya en sí el encanto de la elegancia de una raza refinada. Cuando fue llevado al hotel de Beaulieu, era de físico enfermizo, triste y ligeramente malo en la moral. En la atmósfera depurada de la vida de familia, encontró de nuevo todas las gracias, toda la frescura de su juventud. A los diecinueve años, terminados sus estudios,prometía ser un encantador caballero y un gentleman completo. En aquella época advirtió que su prima Clara, cuatro años más joven que él, no era ya una niña.
Se había operado en ella una súbita transformación.
Como una hermosa mariposa que sale de su crisálida, Clara acababa de desarrollarse con todo el esplendor de su radiante naturaleza. Sus negros ojos brillaban con dulce resplandor, y su...