felipe
Eso fue lo que pasó en los Países Bajos. A pesar de que esos territorios formaban parte de la herencia que Carlos I había dejado a Felipe II, el monarca era en esas tierras un desconocido y lo veían como un rey lejano y extranjero. Además, esto se vió cada vez más acentuadopor las diferencias religiosas que había entre holandeses y españoles. Sin embargo, los Países Bajos eran un punto clave a la hora de defenderse de Francia e Inglaterra y, por lo tanto, su pérdida era inconcebible6. Así pues, fueron necesarios ataques e intentos de reconquista continuos para frenar las rebeliones. La Monarquía Hispánica se excusó en las diferencias religiosas que existían en esosterritorios para justificar su maniobra de conquista, cuya intención era claramente estratégica.
Un caso parecido fue el que dio creación a la Armada Invencible. Cuando la única potencia enemiga real de España en Europa era Inglaterra y una intervención indirecta resultaba tremendamente difícil debido a que las tramas de la oposición católica de Isabel I habían sido desarticuladas y que lasactividades desestabilizadoras en Irlanda daban poco fruto7, Felipe II optó por una empresa militar directamente, recurriendo a la diferencia religiosa para justificarla . Obtuvo la necesaria aprobación de Roma sin demasiados problemas y además esta aportó recursos para formar la Armada. La Invencible no tenía una finalidad disuasoria: el material de sitio embarcado en la flota muestra una intenciónclara de conquista más allá de una demostración de fuerza para amedrentar a los ingleses8. Así pues, la verdadera idea de Felipe II era poner a Inglaterra bajo su mando, para lograr la hegemonía hispánica.
Felipe II también se hizo mano de la religión para defenderse de Francia, como sucedió tras las hostilidades producidas por la anexión de Portugal. Al fallecer el duque de Anjou, había unavacante en el trono de Francia y Felipe II se interesó por sus derechos para reclamarlo. La empresa era muy arriesgada, y se requería a tal efecto el apoyo de Roma. Sin embargo, al no obtenerlo se optó por la guerra indirecta, terminando en el Tratado de Joinville con el que se propone erradicar la herejía del territorio francés y por el cual se daba un apoyo masivo a la Liga Católica, forzando aEnrique III de Francia a cambiar su política y forzar un acercamiento a Felipe II9. Enrique III declaró, empujado por la Liga, que el rey de Francia debía ser católico y reconoció como heredero a Carlos, cardenal de Borbón. Así pues, quedó bastante clara su sumisión, aceptando íntegramente su programa confesional y obligando al monarca francés a abandonar su hostilidad hacia la monarquía hispana y asituarse a la defensiva, claudicando a las directrices españolas10. Quedó así clara la efectividad de la intervención indirecta y el apoyo religioso fue clave para este logro. Felipe II aprovechó muy bien la fuerza del papado para conseguir sus intereses y evitar el enfrentamiento directo con Francia, que le habría debilitado enormemente.
Más distinta fue la maniobra contra Enrique IV, cuando...
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