Feminismo y ecologismo: respuestas convergentes frente a la opresión

Cuando se habla de Feminismo nos referimos a un conjunto de movimientos surgidos en el siglo XX que convergían en la concepción oprimida de la mujer frente al hombre. Al respecto, la primera acotación es conjugar la palabra en plural, es decir, hablar de Feminismos más que de Feminismo. Así, es posible hablar de feminismo ecológico, anarcofeminismo, feminismo lésbico, feminismo artístico,feminismo literario, feminismo político, feminismo cultural, feminismo filosófico, feminismo laboral, etc. Todos apuntan a atacar y criticar al Patriarcado como crítica a la sociedad bajo cualquier perspectiva.

De esta forma, los Feminismos se construyen como movimientos que resignifican a la mujer, tendiendo a eliminar las diferencias biológicas a lo menos como causas de la dominación de la mujerbajo el patriarcado. En este sentido, el Patriarcado toma protagonismo en explicar la subordinación, opresión, represión y hasta la esclavización de la mujer por el hombre. Este dudoso “privilegio” hace referencia a un mundo diseñado por y para el hombre, que excluye a la mujer de los procesos que construyen al mundo. De aquí surge la motivación por cualquier movimiento feminista de concientizar (entérminos marxistas) a la mujer con respecto a su rol en la sociedad patriarcal y suprimir esta discriminación.

Por otro lado, encontramos el movimiento ecologista, también denominado ambientalista, corriente cuyas raíces vienen del siglo XII, con San Francisco de Asís, y la Filosofía Trascendental de Henry David Thoreau, quien pregona el respeto hacia la vida y la naturaleza, la no violencia yla desobediencia civil, considerando al ser humano más parte de la Naturaleza misma que de la sociedad.

Al respecto, se encuentra un documento fundamental que constituye, en Estados Unidos, la ley bajo la cual debe pasar todo proyecto privado o público: “NEPA (National Environmental Policy Act) exige que todas las acciones que se proponen y que impliquen el otorgamiento de permisos deautoridades federales o su intervención, sean sometidas a una evaluación de impacto ambiental en forma previa al otorgamiento de los permisos o de financiamiento a un proyecto o de comenzar la construcción de un proyecto” (Davis, 1996), entregando así al Estado mayor responsabilidad en la protección del entorno. Sin embargo, es evidente que dichos términos muchas veces son “omitidos” al privilegiar otrosintereses particulares, especialmente bajo la consigna del progreso y desarrollo de un país, pasándose a llevar estas evaluaciones, o peor, manipulando sus resultados.

Ventajosamente, existe en la actualidad una corriente que funde las corrientes del Feminismo y el Movimiento Ambientalista: el Ecofeminismo, movimiento que tiene como base el replanteamiento de la forma de tratar a oprimidos yno humanos, en este caso la naturaleza y la mujer, y cómo esta opresión se genera y se explica bajo términos sociales históricos: “Reconoce la dominación de la mujer y de la naturaleza como problemas sociales enraizados en circunstancias históricas y socioeconómicas concretas, y en marcos conceptuales opresivos y patriarcales que mantienen y legitiman estas circunstancias” (Kwiatkowska & Issa,1998).

Uno de los principales conceptos a entender en este ámbito es el de Patriarcado, principal enemigo del Ecofeminismo, puesto que supone una apropiación del hombre de la fertilidad de la tierra y la fecundidad de la mujer. Éste se define, entonces, como el conjunto de lógicas, ideas, conceptos, símbolos, leyes, filosofías, expresiones artísticas, modelos de consumo, etc. a través de los cualesla mujer es subordinada a la dominación del hombre, explícita o implícitamente.

A propósito de dicha conexión entre los movimientos ecologistas y feministas, se puede estudiar el trabajo de la filosofa Karen Warren. En una de sus principales obras “Filosofías Ecofeministas”, la autora sugiere ciertos puntos de conexión entre la Ética medioambiental (Warren hace referencia a una Ética...