Feninismo

Los desafíos del Feminismo para el Siglo XXI
Victoria Sendón de León modemmujer - Sep 7, 2001

Los frentes con los que la ciudadanía se encuentra son tan variados, que los grupos de vanguardia se multiplican y especializan para combatir en todos ellos: feministas, ecologistas, pacifistas, antiglobalización, hackers politizados, movimiento indígena, gays y lesbianas, los sin tierra, movimientociudadano y demás en un mundo globalizado. Las feministas, pues, no podemos ignorar la época en la que nos toca vivir, pero los asuntos son tan específicos y mundializados al mismo tiempo que tal vez perdamos la perspectiva de nuestros objetivos entre tanto tema emergente: medio ambiente, reparto de riquezas, paz mundial, derechos humanos, transparencia democrática, salud, educación... en fin.Hasta nuestra razón de ser puede quedar diluida y pasar a ser historia del siglo XX como una moda tal vez, un talante, una lucha más. Sin embargo, la perspectiva cambia si analizamos la situación mundial como el efecto perverso de un Patriarcado que parecía batirse en retirada, pero que no era más que un repliegue táctico para retornar con más fuerza y con más medios. Y digo esto porque el sistemapatriarcal, desde el comienzo, se instauró como una estructura de dominio sobre las mujeres en primera instancia, pero a partir de un principio general del que jamás ha claudicado: transformar lo diferente en desigual. El sexo diferente, el pueblo extranjero, las otras razas, los otros dioses, las culturas ignotas y lo Otro en general debía ser aniquilado o sometido. Pero el patriarca ya no es aquelpastor de las estepas ni el jefe de una tribu perdida; ya no existe como caballero medieval o cow-boy; ya no viste la toga de senador ni entorchados de general. Su representación no se muestra de modo tan evidente y folklórico porque su arquetipo se ha transformado en un virus inoculado en toda la sociedad, en una lógica con la que el mundo piensa y se piensa; su pulsión de dominio se escondebajo las seductoras formas del consumo, del confort, de la imagen mediática, de la diversión pautada o del amor incluso. Sus antiguos reductos en la familia, el Estado, la Iglesia, el ejército o la universidad son ya guaridas abandonadas o restos arqueológicos. Hoy constituye un entramado reticular que atraviesa cada átomo del planeta, cada cerebro, cada imaginario. Es el "alter ego" de todasnosotras y nosotros. Lo que sí ha conseguido el feminismo hasta ahora es que el machismo esté mal visto, que sea políticamente incorrecto, y que el típico macho aparezca como alguien ridículo y trasnochado; por eso ha tomado formas más sutiles pero también más brutales. El fenómeno de la globalización, incluida la información global e informatizada, nos ha desvelado el espectáculo de presenciar minuto aminuto la acción despiadada y frenética de la voluntad de dominio, de la ambición desmedida de poder: en pantalla panorámica y sonido estéreo. Lo que empezó siendo una creencia y un deseo -que los varones eran superiores a las mujeres- en tribus guerreras en las que la fuerza física se imponía con la brutalidad del cuerpo a cuerpo, se transformó en las religiones de los dioses uránicos frente alas diosas fecundas de la Tierra. Y ahí nació la civilización patriarcal, sus castigos y prohibiciones, su estructura jerárquica y una lógica binaria de exclusión. Levantó entonces sus imperios sobre la destrucción y el dominio: nada nuevo bajo el sol. Las máscaras se han hecho diversas y difusas en la larga marcha hacia el suicidio colectivo que supone la ambición sin barreras. Y en ello estamos,pues la globalización gestionada por el ultraliberalismo no otra cosa significa que una exaltación, un paroxismo del principio de dominación en todos los ámbitos. Una dominación que ha perdido incluso las supuestas prerrogativas del héroe arquetípico: el valor, la aventura, el honor, cierta nobleza y hasta un paternalismo protector del que hacía gala. Pues bien, si el feminismo tiene ante sí un...