fericidad

Durante el siglo XX, la música, tanto la culta como la popular, ha estado íntimamente relacionada con la pintura y, en general, con los movimientos plásticos y gráficos. Se trata de unainfluencia recíproca, pues no sólo los músicos se han inspirado en la obra de pintores, sino que estos últimos han manejado el pincel al ritmo de la música en más de una ocasión. Este es un fenómenoreforzado por la relación entre artistas de diversas disciplinas, reunidos por su mutua adhesión a un movimiento artístico concreto, o por el florecimiento del arte multi-disciplinar, en el quemúsica o pintura se alían para crear una sola obra. De hecho, es sintomático que existan numerosos casos de artistas que compaginan su actividad como músicos con su faceta pictórica, aunqueúnicamente hayan destacado en una de las dos disciplinas. Sean Hopp, Luigi Russolo, Thomas Ball, Mike Smith, Pierre Oeuvray o Kate Westbrook son algunas de las figuras que han cultivado sus dotesen ambas artes.

Pero no es necesario que una sola persona domine ambos lenguajes para aunar música y pintura, pues los movimientos de vanguardia se han caracterizado, entre otros aspectos,por fomentar la relación entre múltiples disciplinas. A mediados de siglo, por ejemplo, en Estados Unidos, en el seno del expresionismo abstracto, se produjo una fructífera relación entrecompositores y pintores. El músico Morton Feldman, que reconoció en más de una ocasión la influencia de la obra de Jackson Pollock, llegó a escribir una partitura titulada Rothko Chapel (1971),inspirada en los lienzos creados por Mark Rothko para la capilla construída en su honor. Y no fue esta su única relación con la pintura, pues siete años después compuso For Philip Guston, obrainspirada, obviamente, en el pintor de mismo nombre, también representante del expresionismo abstracto, y tiempo antes había creado la banda sonora del film Jackson Pollock, producido en 1951.