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Aunque laliberación de Simón Trinidad, que está preso en Estados Unidos, puede ser una petición simbólica de las Farc, las otras dos concesiones seguramente serán el eje de las exigencias reales de esa guerrilla paradejar las armas. La participación en política se da por descontada. Y en cuanto a no ir a prisión, aunque el presidente Santos aseguró que no habría impunidad, cárcel no habrá. Probablemente seinventarán fórmulas jurídicas que no correspondan técnicamente a un indulto, pero que en la práctica no requieran quedar tras las rejas.
Las cifras anteriores hacen pensar que a los colombianos les gustala paz en abstracto pero no tienen claro que hay que tragarse uno que otro sapo para llegar a ella. Y el hecho de que desde ahora el 23 por ciento del país esté en contra del proceso significa que lalabor que tiene el presidente para lograr un consenso no va a ser fácil.
Otra conclusión es que es simplista creer que los críticos se limitan a Álvaro Uribe, Fernando Londoño, José Obdulio Gaviriay su grupo. En ese 23 por ciento no solo está la extrema derecha, sino también representantes de la izquierda como las ONG de derechos humanos. Por otra parte están las víctimas que no se han sentidoincluidas y que no están dispuestas a perdonar tan fácil. En cuanto a los militares, hasta ahora solo los retirados sacan la cara, pero conocedores del estrato castrense aseguran que hay un buen...
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