Fghfgh
Isabel S. Larraburu - Psicóloga clínica
No hace falta ser psicólogo para distinguir los amores verdaderos de los falsos. Con un poquito de intuición ya se aprecia. Lo vemos en nuestros congéneres. Pero el gran inconveniente es que lo vemos con diáfana claridad en las otras parejas, pero no en la nuestra. A veces nos empeñamos en que sobreviva un falso amor y luchamos por élhasta la extinción de nuestras energías, convencidos de que vale la pena.
Pero eso de que vale la pena solo es lo que creemos, una idea que creamos y creemos. Lo que es verdadero se desenvuelve solo, sin demasiado empeño, lo mismo que las mareas se sincronizan, las flores brotan sin esfuerzo y el agua se evapora. No parece que estén batallando en su desempeño. Estamos tan inmersos en falsosamores que no es de extrañar que la estadística de divorcios ya llegue a 1 por cada dos matrimonios. Si a esto le añadimos las separaciones y las incidencias de las parejas de hecho, se podrían plantear preguntas desde todos los ámbitos de estudio.
Por suerte o por desgracia, ya damos por hecho que los amores no duran y nadie se escandaliza al ver pasar novios/as sucesivos/as por casa delvecino. Las relaciones se suceden, intento tras intento, con el fin de hallar alguna que pueda funcionar, entendiendo como funcionamiento la cualidad de satisfacer por igual a las dos partes y además la capacidad de crecer en el tiempo. Una de las protagonistas de la serie "Sexo en Nueva York", Charlotte, la que más cree en el amor de pareja, en algún episodio llega a decir: "Llevo saliendo desde los15 años con hombres, tengo 35 años y aún no he encontrado uno bueno para mí". Y no será porque se estén quietecitas en casa, la verdad es que pasan muchos hombres por sus vidas, por lo que no se trata meramente de una cuestión de estadística.
La pregunta es obvia, ¿esa adicción a ir besando sapos/as, tendrá que normalizarse como estilo de vida en nuestra sociedad? Parece como que hubiera queconformarse con una vida afectiva consistente en ir de relación en relación para asistir sin más cómo se van abortando los sucesivos intentos de amar. No debe de ser algo de usar y tirar hasta que aparezca algo bueno. Seguro que estamos haciendo algo mal. Y es que resulta que eso de amar tiene su qué. No es tan fácil como se cree. Es más, la mayoría de las parejas que se forman no saben amar. Eso es,por lo menos lo que dicen los maestros espirituales.
El apego no es amor.
Es muy fácil confundirse. Lo que entendemos por amor con frecuencia tiene más elementos de no-amor que de lo que compone el amor verdadero. Es sorprendente la paradoja: películas, canciones, culebrones, prensa del corazón y nuestro mismo entorno utilizan hasta el desgaste la palabra amor para denominar todo aquelloque es incompatible con el amor. Por ejemplo, se cree que es amor proteger a la pareja, cuidar de sus intereses o supervisar sus deseos, cuando esto podría ser dominación. En el amor auténtico se da la tolerancia, la aceptación y falta de resistencia.
El apego es una falsa apariencia del amor y la gran responsable del fin de muchas historias románticas. Se trata de un concepto capital en lafilosofía budista y puede estar asociado a cosas, situaciones o personas. Para el budismo, el apego constituye la causa más importante del sufrimiento humano. En el ámbito de la pareja, el apego es muy dañino porque el mismo ímpetu que aglutina es el responsable de provocar el mayor sufrimiento y el final de la relación. Es fácil dejarse engañar por el apego porque en muchos aspectos superficiales seasemeja al amor de verdad. El sentirse apegado a las personas, objetos o situaciones es parte del condicionamiento de todo ser humano hasta que este empieza a ser consciente de sus necesidades y temores. En el momento que se da cuenta de que lo que creía amor tenía que ver más con su necesidad es posible que esté preparado para pasar del apego al amor.
Pasar del apego al amor.
Estar...
Regístrate para leer el documento completo.