fgyrtyr

3 CARTAS PARA EL SUFRIMIENTO
I
Recuerdos
Ya había pasado un año exacto, pero aun sentía el dolor de haberlo perdido como si solo hubiera pasado un día. Era un hombre alto y corpulento, que debía rondar por los 30 aquel que miraba detenidamente una lapida no podía quitar su rostro lleno de tristeza que se producía al verla.
Escucha que una voz femenina le habla -¿nunca te vas a desprenderde él verdad marco?.
Voltea con gran sorpresa y observa la figura que le dijo esas palabras; era Ángela. Una mujer alta, de pelo oscuro como las sombras, con uno ojos marrones muy bellos a simple vista, y con un cuerpo muy hermoso para una mujer que está en la plenitud de su vida adulta.
Al ver a Ángela trata de disimular su tristeza, así que le habla sin dejar de ver la lapida, para que suvieja amiga, no pudiera verlo triste –que puedo decir, siempre fue mi amigo, y nunca le demostré lo mismo, por lo menos debo honrarlo en el aniversario de su partida-

Al escuchar esto, Ángela, no puede evitar mostrar una cara que expresaba pena, bajo la mirada para observar como Marco limpiaba esa tumba. –sabes, desde donde este, debe sentirse feliz de que aun lo recuerdes-

Marcoextrañamente sonríe, pero su sonrisa no es más que una máscara de la pena que siente en ese momento. Termino de limpiar la tumba, se puso de pie y le habla a su amiga, aun manteniendo esa sonrisa hipócrita- sabes, antes de que el nos dejara, lo único que deseo fue verme podrido en el infierno-

Angélica se extraño mucho- ¿a qué te refieres?

Marco siguió hablando – el siempre fue un buen amigo, no.. fueun hermano para mi, ese hombre fue una bendición en mi vida, y nunca lo valore, es más, lo trate como una escoria,¡ le pague su amistad con mierda!

Angélica estaba sorprendida de lo que estaba escuchando de las palabras de su amigo, Marco siempre había sido una persona tranquila y serena, pero en ese momento, parecía haber perdido la razón, ella tratando de calmarlo, le hablo con delicadeza –Marco, lo que haya pasado entre ustedes quedo en el pasado, ya no puedes cambiar eso, el se fue, además, deja de hablar así, estamos en tierra santa, tienes que mantener la serenidad

Marco entendía lo que trataba de decirle su amiga, pero le costaba contenerse, desde hace un año, desde la partida de su amigo estaba acumulando resentimiento con todo y todos, especialmente consigo mismo. –tienes razón, esta es tierra santa, mejor me voy, ya sabes lo que dicen, los demonios no pueden pisar esta tierra-
-Marco, espera por favor- dijo Angélica

-¿qué pasa?

-¿No le vas a poner flores? – Dijo ella

Marco, simplemente movió la cabeza para decir que no

- Entonces, ponle esta por lo menos- dijo ella, entregándole una rosa, que tenía una mancha negra, sobre sus pétalos.

-¿esaera su flor favorita verdad?- respondió el

-Si, el príncipe negro siempre fue su flor favorita-

Marco tomo la rosa, y la miro con mucho interés, puso una cara de tristeza, de la cual Ángela pudo notar que a su amigo le salía una lagrima de sus ojos, entonces, Marco coloco la rosa sobre la tumba, luego rezo junto con su amiga, un Padre Nuestro y un Ave María. Después de que terminaron de rezar,Ángela, coloco la mano sobre el hombro de Marco, como un gesto de comprensión y amistad

-¿quieres que vallamos a tomarnos algo horita?, el bar esta a unas cuantas calles

- me encantaría, pero primero, me dejas un momento solo, quiero hablar un poco mas con el- respondió Marco con una sonrisa, que solo era una máscara de lo que en verdad sentía

-Está bien, te espero allá-, luego de decirestas palabras, Ángela se fue, pero no sin antes voltear para poder ver como su amigo, se arrodillaba y volvía a limpiar la lapida

-Siempre fuiste un tonto molesto, siempre irritando a las demás personas, incluso muerto me molestas, tu tonto recuerdo me hace venir a este lugar todos las semanas desde exactamente un año, como desearía sacarte de mi mente, MALDITA SEA, ¿Por qué no puedo...