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La Tarantula

Mi miedo por la tarántula no disminuye, desde que mi hermana me forzó a entrar a esa tienda donde la compro mi vida había cambiado, ya que la heodiado desde el primer día en que la vi, día con día mis ganas de matarla o regalarla hacer lo que sea con ese pedazo de patas con pelos repugnantes y deshacermede ella.
Mi hermana se había ido de viaje y me encargo a mi alimentarla, yo no sabia nada de ese animalucho hasta que investigue en Internet y aprendí algunosinformes de ese repugnante pedazo de animal y su alimentación extraña. Tenia en mis manos la amenaza total el peor terror que podía soportar.
Recuerdo ese día enque salio de su rotunda jaula y pensé que había sido el inicio de una vida indescriptible. Todas las noche rezo por que la espantosa araña no me pique y tiembloen espera de esa picadura mortal, ya que esa araña llena la casa con su presencia invisible. Despierto tenso e inmóvil ya que sueño con ella.
Pasaron dos meses yyo daba por desaparecida a la espeluznante araña. Un día cualquiera mis llaves del coche cayeron debajo de mi cama,lentamente me agache asome mi cara pero no vi nada con esa obscuridad tenebrosa, moví la mano tacando todo el piso esperando encontrar algo pequeño.
Cuandosentí algo peludo y pensé que era una bola de pelos la tome y era algo pesada cuando la saque de la cama vi mi mano y ese animal el animal que me atormentaba todos losdías, que me dejaba sin sueño y con los pelos parados estaba ahí.. seca y fría sin moverse sin hacer nada la tarántula estaba muerta, muerta como mi abuela.