FICCION
pero tras cuatro años de duro trabajo había conseguido mi sueño , ser el
comisario del cuartel de policía de San Marino.
San Marino, era un pequeño pueblo en los interiores de Asturias, de normal no
solía pasar nada como mucho un pequeño altercado en las tiendecitas de aquí
cuando venían los turistas, o el robo de unbolso a una señora mayor pero poco
más, solía ser tranquilo.
Pero hoy era diferente, cuando entre por la puerta de la comisaria, vi como
todos estaban como locos, no entendía nada pero fui directo a mi despacho en
el cual me espera mi ayudante y el cual me puso al corriente de todo.
Al parecer esa noche unos chicos jóvenes se habían ido fiesta al monte pero
una chica Cristina, de quinceaños, había desaparecido, sus amigos dijeron
que se fue a su casa porque no se encontraba muy bien ya que iba bebida ;
sus amigos no estaban seguros de dejarla sola pero ella insistió y ellos
convencidos de que llegaría a su casa continuaron de fiesta, pero Cristina
nunca llegó.
Era lunes, en la comisaria todo era un jaleo, teníamos la puerta colapsada por
la gente del pueblo que quería saberque pasaba en cada momento, eran
realmente agobiantes.
También tenía a una de mis mejores policías, tranquilizando a la madre de la
desaparecida.
Mientras, yo decidí ir al sitio donde habían estado los jóvenes por la noche para
ver si encontraba alguna pista ; llegue allí, la zona estaba acordonada por unos
coches de policía que evitaban el paso a los curiosos del pueblo, una vez entre
en ala zona restringida, encontré junto a mi ayudante Carlos, una cara
conocida, a primera vista no recordaba quien era, al acercarme a ellos que
mantenían una conversación supe al instante quien era, se trataba de Mario un
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antiguo amigo mío de cuando era joven y veraneaba en San Marino, en su cara
se reflejaba un sentimiento de preocupación, miedo, ira, tristeza …
Lo comprendí cuando medijo que Cristina era su hija y que necesitaba saber
lo que había pasado y yo le dije que estuviera tranquilo que esto lo íbamos a
resolver.
Al poco tiempo, Carlos y yo decidimos subir hasta donde se encontraban los
jóvenes y más atrás teníamos a unos compañeros con los perros rastreando
por si encontraban algo; ese sitio me resultaba familiar, pero no recordaba de
que de todas formas ahorano era momento para pensar en eso, tenia que
encontrar a Cristina.
Carlos y yo decidimos separarnos y junto a nosotros los compañeros con los
perros, no parecía haber nada, ninguna pista nada que nos podría llevar hasta
ella, hasta que algo me alarmó, al parecer uno de los perros había encontrado
algo y se puso a ladrar como loco, al instante fuimos todos donde estaba el
perro y encontramosalgo que nos dejó sin palabras.
El cadáver de Cristina, se encontraba tirado en medio de unos matorrales,
desnudo y pálido, lleno de arañazos y rasguños.
El padre de la joven, desde mas abajo, se percato de que algo pasaba ya que
había mucho movimiento, subió corriendo hasta donde estábamos apartando a
los policías que le impedían el paso.
Cuando llegó al lugar de los hechos se quedo en shock, agarró el cuerpo y le
lloró durante un par de minutos hasta que los médicos se llevaron el cadáver
hacia el hospital donde una vez allí el forense realizaría la autopsia a la víctima.
Se hizo de noche y decidimos volver todos a casa. Llegué a mi casa, como de
normal tenia a Rocky, mi perro, dándome un recibimiento en la puerta.
Me dirigí a la cocina, cené y me fui al salón en el cual mesenté en el sofá, cogí
el expediente del caso de la joven, ¿Quién habría hecho tal barbaridad? ¿Y por
qué? No entendía nada, al ver que era tarde decidí irme a dormir, al parecer
mañana iba a ser un largo día.
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Como cada mañana, me desperté temprano, me fui a correr junto la compañía
de Rocky, todo parecía tranquilo por San Marino pero en verdad no había nada
de tranquilidad en estos...
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